Transcripción:
Juan Diego: Oh madre tierra, ofrendas tu vida, muriéndote en mis tristezas llorando mis lágrimas succionando el golpe duro de mi dolor cumpliendo tu voluntad te enfocas en mirarme mientras el fuego azota tu pecho mientras las olas torturan tu fuerza. Mi nación ataca tu fe. Mi nación lastima tu libertad y no inventas nada ni iras ni odios. Ni mucho menos legión de burlas. Tu amor materno no pierde ni fe. No pierde ni amor. Madre tierra la omnipotente madre con sus deidades junto al sol junto a la luna y junto a la vida obsequias voluntad de vivir con tu maíz que son la vida con tu frijol, que es el vivir con tu papa, que es el elixir de la vida con tu calabaza, que es la vida. Edwin Lucero Rinza, poeta peruano.
Angélica: Estás escuchando pensamiento espiral conducido por Juan Diego Beltrán y Angélica Daza. Bienvenidos a todos y a todas a un nuevo episodio de pensamiento espiral. Hemos llegado al 10º episodio de este programa y tenemos un contenido muy especial preparado para todos ustedes. Antes de comenzar, queremos saber si sí les está gustando las conversaciones que se están tejiendo en pensamiento espiral. Para esto, nos gustaría que nos siguieran se suscribieran, le dieran like, nos comentaran desde las plataformas donde normalmente nos escuchan, ya sea Spotify, Apple Podcasts o si nos escuchan desde Youtube.
Juan Diego: Como comentaba Angélica, esto es muy importante para nosotros también por dos razones. Uno, pues es una motivación gigante para continuar el programa para seguir trayendo cada vez más invitados para seguir profundizando en estas conversaciones. Y por otro lado, porque el propósito central también cuando estábamos pensando en este programa desde su inicio, era empezar a generar una red entre diferentes personas que piensan de una manera similar o que les resuenan este tipo de ideas, sobre todo para generar una especie de trabajo colectivo para la protección de la madre tierra para el cuidado y la sanación de esta relación en este momento que, como sabemos, está en crisis. Entonces esa, esa es la idea. Entonces anímese a escribirnos, anímese a contactarnos. Nosotros estamos muy pendientes de las redes sociales para cualquier comentario, cualquier conversación, cualquier discusión, porque esto es un trabajo y un tejido de todos.
Angélica: Así es Juan Diego, y que chévere que hemos llegado al 10º episodio y tenemos un tema muy importante que tocar. El día de hoy, vamos a estar hablando de siete consejos que les queremos dar desde nuestra experiencia para sanar nuestra relación con la madre tierra. Y es muy bonito porque en esto se resumen muchos de los comentarios de las conversaciones que ya hemos tenido en el programa antes. Entonces, vamos a comenzar.
Juan Diego: El primer consejo, el consejo número uno que traemos el día de hoy, entiende que la madre tierra es un ser sintiente. Esto lo hablamos a fondo en el capítulo siete. Para quienes no lo hayan escuchado. Pero si yo tuviera que resumir un poco ¿A qué va esta idea? Yo me remitiría a algunas palabras de un mamo Kogui que decía si ustedes supieran que la madre siente, siente dolor, se sienta afectada, siente sufrimiento. Cuando extraemos algún mineral, cuando penetramos en su corteza para extraer recursos de sus entrañas, ella sufre. Ella le duele. Si ustedes supieran eso, probablemente pararían de generar tanto daño. Porque es lógico, me parece que es una afirmación bastante lógica, bastante clara. Si nosotros vemos que el otro está sufriendo con lo que nosotros estamos haciendo, lo estamos dañando, le está doliendo, probablemente pienso yo, me gustaría creer, que vamos a parar esa acción que está haciendo ese daño. Hay muchos ejemplos desde la ciencia y demás cosas de cómo las plantas, los minerales, los animales, pues son seres sintientes, tienen conciencia, experimentan la realidad y por eso nosotros no somos los únicos que estamos en esta tierra, como si fuéramos dueños de todos, sino que coexistimos y somos parte de un ser viviente, un organismo gigante que es la madre tierra. Y yo creo que si empezamos a reconocer y a explorar qué hay por ese lado de empezar a ver la tierra como un ser sintiente, podemos quizás empezar a ver o a replantear nuestra relación de respeto desde la gratitud y ojalá desde la empatía para no ser tan dañinos con alguien o con algo que también está sufriendo ante lo que nosotros hacemos. Explicándolo también un poco desde nuestra experiencia, cómo fue que yo me empecé a dar cuenta, en mi caso, que esto es cierto, y como luego eso me empezó a cambiar, pero fue que bueno, en un retiro para reconectar con el agua y justamente con la madre tierra a las afueras de Bogotá, se nos llevó a un sitio sagrado, un bosque a la parte más alta de una montaña. Donde nos dijeron que si teníamos alguna preocupación, alguna duda, algún problema que no pudiéramos resolver de nuestra vida cotidiana, que nos tomaramos un momento para meditar en ese espacio en este bosque tan sagrado donde se dice que muchos indígenas y muchas personas de gran espiritualidad o líderes de comunidades se reunían para buscar respuestas. Entonces era sentarse, silenciar el diálogo interno y proyectar esa pregunta a ver qué pasaba y lo que nos decían es que si lográbamos ese silencio, íbamos a poder escuchar lo que la naturaleza nos respondía. Y fue una sensación realmente muy hermosa en el sentido de que me empezaron a llegar en mi mente, pensamientos o ideas que respondían muchísimo la pregunta que yo me estaba haciendo y que yo no tenía la claridad. Era un problema que a mí me estaba lastimando y doliendo mucho y que me generaba mucha inquietud todos los días anteriores a ese momento y que no sabía genuinamente yo cómo resolver. Entonces ahí uno podrá decir que fue sugestión, que fueron muchas cosas. ¿Para mí qué fue? Que logré escuchar lo que me estaba diciendo la naturaleza, que la naturaleza me estaba respondiendo me estaba dando las herramientas que yo necesitaba para estar más tranquilo. Y fue una energía muy amorosa y muy tranquilizante donde yo empecé a decir caray las cosas y la realidad y el mundo y la naturaleza es muy diferente, como la percibimos más allá, de algo solamente estético, muy bonito, sino realmente hay una energía y realmente hay respuestas, realmente hay comunicación espiritual.
Angélica: Qué bonito. Juan en mi caso, creo que fue a través de ceremonias de plantas de poder y recibir la medicina de la madre tierra te abre un montón el corazón. Los que han estado en ceremonia saben que siempre no solo trabajamos con plantas, sino también con elementos y ser consciente de que el agua también estaba rezada y era medicina, que si te sentías mal, podías salir de la maloca y regresar a la tierra y hablarle. Creo que fue como, wow, un cambio de perspectiva enorme que me llevó a pensar antes de actuar cuando estoy en la naturaleza de pedir permiso, tratar de ser lo más respetuosa posible cuando estoy ante ella ante su divinidad.
Juan Diego: Número dos, cuestión a tu relación con el consumo. ¿A qué nos referimos con esto? Es de verdad empezar por preguntarnos ¿Cuál es la razón por la que consumimos? Y ¿Qué es lo que estamos consumiendo? Y además de eso preguntarnos si realmente necesitamos las cosas que estamos consumiendo. Me parece que se ha dado a lo largo de la historia y derivado, pues del capitalismo y de muchos patrones de consumo y demás y demanda y oferta, la creación de cosas que se nos venden como necesidades. A pesar de que no lo sean, pasamos de tener una serie de necesidades reales que nos permiten existir y que nos permiten estar vivos que nos permiten sobrevivir o cumplir el propósito que tenemos en la tierra específicamente. A hacer cosas que se vuelven ruido, distorsión que confunden también que son mucho humo. Entonces, si realmente necesitamos el mejor celular, el mejor reloj, las cosas más caras, si realmente necesitamos una cantidad de dispositivos o de accesorios que puede que nos hagan sentir bien momentáneamente, pero que probablemente nos desconecten de lo que somos, entonces muchas veces pasa, o al menos a mí me pasó mucho que mientras yo perseguía más las cosas que supuestamente eran una medida de éxito, una medida de felicidad en el sistema en que vivimos el proceso para llegar a ellas era muy tortuoso o muchas veces era muy frustrante porque uno no puede tener exactamente lo que uno le dicen que debe querer. Y eso puede sumirlo a uno en cosas muy oscuras y termina siendo más triste en el momento en el que si uno llega a esas cosas que tanto anhelaba como supuestas necesidades o deseos, realmente uno se da cuenta que la sensación de felicidad y bienestar era fugaz y después de comprarlos se te iba, se va. Y te das cuenta de que probablemente esa era una necesidad falsa, y algo que tú estabas buscando para sentirte menos triste, para no sentirte tan confundido en lo que está pasando. Y es eso, es cuestionar la relación con el consumo, es deconstruir el concepto que tenemos de la necesidad. ¿Qué es lo que nosotros realmente necesitamos en esencia para sobrevivir, para estar sanos y para ser felices? Para ser seres íntegros, para ser seres completos en esta vida, en esta encarnación, en este planeta. Porque, como digo, puede que haya muchas cosas que no son necesidades reales que nos confunden. Y a eso llama ese consejo de reevaluar nuestra relación con el consumo. ¿Qué consumimos, por qué lo hacemos? Y si lo que estamos consumiendo es una necesidad o es algo que nos han vendido como una necesidad.
Angélica: De acuerdo, creo que el capitalismo lo que quiere vendernos es un estado, un estado de felicidad, un tipo de belleza. Mmm, tranquilidad, paz. Serenidad. Un montón de emociones que ya están en nosotros. Y, creo que es bastante frustrante para los que han pasado por eso de «ay es que solo necesito comprarme tal paleta de maquillaje porque esto es lo que me va a hacer bella y entonces así todo uno me va a querer.» Es una cadena de cosas que se van uniendo porque a la larga no es que estás satisfaciendo una necesidad. Sino estás tratando de suplir una emoción, una necesidad emocional o estar en un estado. Que, pues, como les digo, ya está en nosotros, que solamente es ir hacia adentro para encontrarlo. Entonces, creo que es muy importante. Y en mi caso, me ha funcionado mucho el preguntarme ¿Para qué necesito esto? ¿Por que lo voy a comprar? Si lo voy a comprar para suplir mi necesidad o si tengo de pronto razones subyacentes para hacer esa compra, entonces volvernos consumidores más conscientes y no dejarnos engañar tanto por lo que nos están bombardeando todo el tiempo en redes, en la televisión, en el mundo.
Juan Diego: Adicionalmente, en la medida en la que uno se cuestiona, si necesita las cosas, probablemente pare ese círculo vicioso de tanto consumo que a su vez, es lo que genera la explotación de muchos recursos naturales para suplir esa demanda de cada vez más necesidades de muchísimas personas.
Angélica: El tercer consejo es realizar cambios en el estilo de vida para reducir la huella de carbono. En mi caso, mis cambios en el estilo de vida empezaron a través de la alimentación. Hace muchos años me volví vegetariana y esto empezó a llevarme a tratar de ser lo más coherente en la medida de lo posible. Una de las razones por las que me volví vegetariana es por el medio ambiente y por mi salud. Entonces ahí empezó como una cadena de cuestionamientos. Okey, si yo estoy siendo vegetariana o cambie mi alimentación para ayudar al medio ambiente ¿por qué sigo comprando botellas de plástico? ¿Por qué sigo consumiendo cosas que no son buenas para la naturaleza? Y lo mismo con mi cuerpo. Si yo cambié mi alimentación para ser más saludable, ¿por qué sigo poniéndome productos químicos que no sé cuál es su procedencia, no sé cuál es su impacto en el agua y no sé cuál es su impacto en mi piel a largo plazo? Los sulfatos, un montón de ingredientes que son difíciles de pronunciar y que por eso uno dice ok, esto no sé si es muy bueno para mí. Creo que es muy importante que cada uno vaya a su paso. Sí, en mi caso, de pronto fue muy abrumador querer hacer esos cambios de la noche a la mañana. Entonces, lo que recuerdo yo todos los días es tranquila. O sea hoy, no vas a ser perfecta si hoy quieres comerte, no sé, esa comida rápida tanto se te antoja, hazlo. Pero acuérdate, qué es lo que hay detrás de esa necesidad. Si de pronto quiero llenar un vacío o quiero desestresarme siempre recuerdo cuál es la razón subyacente de la necesidad de ese consumo. Y así, poco a poco he empezado a hacer cambios. Entonces, con mi alimentación, tratar de usar productos lo más naturales posibles, apoyar empresas locales que produzcan también de manera artesanal, disminuir en lo máximo que pueda el tema del plástico, que es súper súper denso para el ambiente.
Juan Diego: Total. Me quedo mucho con eso. Que comentas de ir paso a paso. Como tú decías, puede llegar a ser abrumador en el momento en que uno se pone a informarse realmente qué es lo que hay detrás de estas empresas, qué es lo que hay detrás de productos que uno puede pensar que le traen cierto bienestar a uno empezando por un celular tan fácilmente como eso. Y puede ser abrumador chocarse con eso. Yo creo que es necesario ese choque hasta cierto punto, pero también es necesaria como la paciencia y la compasión con uno mismo mientras hace esa transición, como tú decías. Entonces, digamos si uno reduce también el consumo de carne a ciertos días específicos de la semana, eso ya está generando un impacto. Si uno deja de usar, no se conmigo, ha sido más desde los productos de higiene, como de las cosas que justamente tú me has mostrado, que me parece muy lindo cómo compartir esa palabra va generando cambios desde lo individual hacia lo colectivo, pero es eso es ser compasivos con nosotros mismos. Darnos cuenta de que es un proceso que probablemente a algunos les sea más fácil hacerlo y lo puedan hacer de la noche a la mañana y a otros nos va a tomar más tiempo. Y eso está bien. Lo importante es reconocer que es un proceso, pero que hay que iniciarlo.
Angélica: Sí, son cambios necesarios que hay que empezar a implementar.
Juan Diego: Número cuatro, conecta con medicinas de la tierra para sanar mente, cuerpo y espíritu. Para quienes han escuchado el podcast saben que nosotros hablamos mucho de lo que clasificamos o se puede llamar enteógenos que son estas plantas de poder que generan experiencias trascendentales para tener una comunicación espiritual directa con la planta y con todo a nuestro alrededor. También sabemos que obviamente esas experiencias son fuertes, son experiencias muy poderosas y que quizás no sean del interés o el camino de todas las personas que escuchan. Y eso está perfecto. Cada quien tiene su forma de conectar con eso. Pero eso no implica que uno no pueda conectar con otras medicinas también de la tierra, con otras hierbas que han tenido usos ancestrales desde hace siglos, que no genera un efecto alucinógeno. Pero que sí tienen mucha sanación. Entonces, cuando uno se pone a investigar, por ejemplo, la manzanilla, la moringa, tienen la propiedad de descalcificar la glándula pineal. Tienen una propiedad profunda para desinflamar diferentes partes del cuerpo. ¿Qué es eso? Literalmente, en esencia. La madre tierra ayudándonos a sanar desde diferentes plantas que pueden ser más amigables con nosotros según lo que nosotros necesitamos en nuestra vida. Entonces, es importante reconectar con eso y explorarlas porque tienen muchísimas propiedades distintas para diferentes partes del cuerpo para diferentes problemas de salud. Y creo que es muy bonito darse esa oportunidad de reconectar con ellas.
Angélica: De acuerdo. Obviamente, si hay llamado, si hay alguna necesidad de probar alguna planta de poder alguna medicina pues ustedes ya saben, con todo respeto, háganlo la invitación es a que no se pierdan la oportunidad de abrir su corazón de esa manera, pero también para los que de pronto sientan que ese no es el camino. En mi opinión, yo siento que todo lo que viene de la naturaleza es medicina. Entonces, así como lo decía Juan, las hierbas pero también creo que el ejercicio es reconocerlo en todos los elementos de la naturaleza. Entonces, de pronto, cuando nos estemos bañando también agradecer esa agua sanadora, cuando nos vayamos a preparar una comida, ponerle la intención de medicina, porque somos muy de propósito, así como hagamos las cosas así se van a manifestar en nuestro cuerpo. Entonces, la invitación es que todo es medicina, veamos todo lo de la tierra como medicina y conectemos con ella a través de este pensar y este sentir.
Juan Diego: Número cinco, busca tu propósito con la madre tierra. Este es uno que para mí es muy importante hablarlo y explicarlo. Este fue una idea, un mensaje que yo recibí en una de estas experiencias con las plantas de poder con la Ayahuasca justamente que me mostraba. Y lo que fue todas experiencias fue mostrarme cuál es mi propósito con ella, cuál es la forma en la que yo le puedo servir. Pero otro de los mensajes importantes fue decirme que no solo tú tienes un propósito conmigo. Todos los seres que hacen parte e interactúan conmigo y que hacen parte de este cuerpo planeta, digamos, tienen un propósito. Tenemos un propósito en conjunto y es un propósito único y especial para ti. En mi caso, me lo mostró desde las ideas, desde la música, desde la comunicación, porque esos son los dones que también la vida me dio. Ella misma me dio y que pueden ser usados para llamar a la conciencia para agradecer lo que ella nos da, no, pero cada quien tiene una forma específica de relacionarse con ella como una propia madre. Entonces ese es el llamado. Tomemos un momento para tratar de reflexionar ¿Cuál puede ser ese propósito que nosotros tenemos con la madre tierra? ¿Cuál es mi consejo ahí también? Específicamente, pensemos en nuestros dones. Pensemos cómo podemos colocar esas cosas, esas habilidades, esos dones, esos regalos que nos dio la madre tierra y que nos dio la vida misma al servicio tanto de los demás como de ella misma en estos tiempos de crisis. Entonces puede ser desde la poesía. Puede ser desde la música, desde la escritura, desde el baile, desde la economía, desde lo que ustedes se les ocurra, desde la ciencia. Pero tómense ese tiempo de reflexionar cómo están usando esos dones, esas habilidades para cumplir ese propósito y para ayudar en este proceso de esa nación colectiva que tanto necesitamos ahorita.
Angélica: Y también pienso cómo todas las cosas se pueden dirigir a ella cuando hay un propósito detrás. Entonces, creo que en este momento es importante que todos sepamos que necesitamos despertar a la humanidad, despertar y reconectarnos con nuestra espiritualidad y con nuestra madre. Entonces, si utilizamos nuestros dones para poner un granito de arena amoroso para despertar algo en alguien, si no sé, por ejemplo, si yo soy muy buena pintando, voy a dibujar algo hermoso para la madre para que se despierte ese amor que ya todos tenemos dentro, pero que está dormido. Número seis, toma un momento del día para reconectar con ella. El capitalismo, el trabajo, la vida cotidiana lo absorbe uno mucho. Y se nos va olvidando poco a poco la importancia de esta madre que está ahí y nos perdemos un poco de ella. Entonces, ahí creo que la clave es no olvidarnos qué tenemos a esta madre apoyándonos y sosteniéndonos. Y hay pequeñas cositas que podemos implementar en nuestro día a día que nos pueden regresar a ella, ya sea a través de la meditación, ya sea yendo a un parque a caminar o ya sea a través del baile. Bueno, ya cada uno va a identificar de qué manera puede reconectar con ella ya sea a través de la escritura que a mí me funciona mucho escribirle cartas a la madre naturaleza. Cada uno identifique de qué manera puede acercarse a ella en su día a día.
Juan Diego: Divino. Estoy completamente de acuerdo con eso. El ruido de la ciudad de la rutina diaria nos desconecta de lo que realmente somos en esencia, nos desconecta también de la raíz a la que ella nos llama de volver a ella, de regresar como hijos. Entonces. Es importante recordar que a pesar de todo lo que pueda estar pasando en nuestra vida siempre podemos regresar a la madre y ser conscientes de eso también trae muchísimo bienestar y mucha tranquilidad a nuestras vidas. Entonces, no nos olvidemos de eso porque me parece que en este momento de la humanidad, es muy importante estar siempre conectados con esa noción de querer protegerla, de querer estar con ella porque es, creo que una de las preocupaciones o las misiones más importantes que tiene la humanidad en este momento de la historia.
Angélica: Número siete, invita a los demás a sanar su propia relación con la madre tierra. Sí, creo que es el tema de que primero empezamos con lo individual. Pero la idea es que esto se vuelva un movimiento colectivo. Entonces, a medida que vamos aprendiendo en este proceso de sanar nuestra relación con la madre, creo que es chevere ir compartiendo las cosas que nos van funcionando con otros, ya sea con nuestra familia, con colegas, con la gente que están a nuestro alrededor invitarlos a hacer un poquito más conscientes de esta relación que se necesita enmendar que se necesita sanar.
Juan Diego: De acuerdo. Y es que yo creo que también cuando uno empieza ese proceso de sanar la relación con la madre tierra, uno se sana tanto uno mismo que uno empieza a actuar de manera distinta en el mundo. Y es muy bonito contarle estas historias a otras personas haciendo siempre énfasis en no es que uno tenga la verdad absoluta de las cosas, sino que cada quien, al tener una relación única con ella, va a encontrar su propia forma de sanarla. Pero lo importante es eso. Mostrarle a la gente que si hay una relación que sanar porque si no nos damos cuenta de que hay una relación que sanar vamos a seguir en esas espirales de comportamiento que nos hacen daño, que hacen daño a nuestro entorno, a nuestros seres queridos. Y pues ahí nos vamos a quedar atorados. Entonces, es mucho compartir este mensaje. Hey, ponle atención a esto por acá. Hay algo, exploralo tú mismo o tú misma, pero date cuenta de que hay un camino que recorrer por ahí que es especial para ti y que puede traer cosas muy gratificantes y sorpresas muy bonitas para cada quien que se acerque.
Angélica: Claro. Y por eso también siento que es como un tejido que se va construyendo. Yo no puedo tejer esto sola, son como los caminos de cada uno, se van entrelazando para crear, como sabes, este tejido y la idea es que se vuelva como una mochila. En la que vayamos metiendo cada uno las cositas que le va sirviendo para sanar su relación. Y también este es el propósito, un poco de pensamiento espiral. Y los invitamos a que si tienen consejos, tienen algunas ideas. Les han funcionado cosas diferentes que a nosotros no lo hagan saber. Mandenos mensajes, nos encanta leer y creo que es muy valioso y no nos quiten la oportunidad de escuchar las cosas lindas que tienen para entregarnos a nosotros y a la comunidad que se está construyendo en pensamiento espiral.
Juan Diego: De acuerdo, ésa es una pregunta super importante de reflexión para dejar entonces, ¿Cómo sanan ustedes su relación con la madre tierra? ¿Qué consejos también nos dan a nosotros que ideas también nos dan a nosotros? Los dejamos con esa última idea y nos encontramos en un próximo espacio.