Transcripción:
Juan Diego Beltrán 00:05
En el origen del universo, cuando el tiempo y el espacio no eran ni siquiera pensamiento, hubo dos madres. Primero estuvo Ba. La oscuridad, la tiniebla absoluta, de lo inmanifiesto, la nada misma, la madre del primer despertar del universo en el vacío infinito. Desde su vientre intangible emergió una segunda madre. La semilla que viene en la oscuridad Ba, la hija que se convirtió en el primer ser Gué. De allí nació Bagué, el primer ser existente en la tiniebla, la primera energía. Flotando en la placenta del vacío cósmico insondable Bagué fue pensamiento e imaginación. Fue la fuerza del sagrado femenino que se manifestó en un grito, en una explosión sonora, en la fuerza vibración primordial con la que parió Chiminigagua luz de luz, a los demás dioses, a las plantas, a los animales y a nosotros los Muiscas. En ese momento, Bagué con su grito universal dador de vida, se convirtió en la madre abuela de todo el cosmos.
Angélica Daza 01:22
Estás escuchando pensamiento espiral conducido por Juan Diego beltrán y angélica Daza. La música, ese tejido sonoro de armonía y vibración que nos entrelaza con el origen del universo siempre ha estado presente en la vida del músico y economista Felipe duarte Cely, quien desde su infancia, recibió en sus manos un hilo dorado de sonidos que lo conduciría a lo largo de un sendero espiral encaminado a retornar a su propio origen. A Felipe, la música le abrió y le cerró caminos. Le permitió conversar en el lenguaje universal de la creación para reencontrarse con hermanos perdidos y guías que lo esperaban desde otras vidas. Le permitió sanar. Y le permitió despertar para de esa forma estar atento al llamado ancestral del oculto pueblo Muisca, quien lo buscaba como la madre que nunca para de llamar al hijo perdido. En este episodio de pensamiento espiral, acompañamos a Felipe duarte en su viaje de auto reconocimiento Muisca mientras nos cuenta como el sonido y la vibración inherente que viven en nosotros, siempre serán suficiente para guiarnos de regreso a casa.
Felipe Duarte 02:45
Desde chiquito, siempre he estado muy interesado por la música, además más que la música también ha permitido que me llegue ese conocimiento de diferentes mundos. No, yo crecí escuchando desde los Chalchaleros, música de Argentina subiendo por Brasil. Recuerdo que que a mis padres les gustaba muchoJoao Gilberto, hemos escuchado Toquinho también. Por bueno, subiendo también a Perú con la música de Urubamba y de ahí ya Colombia toda la música del pacífico, el Caribe, bambucos, pasillos, más arriba también boleros por Cuba, Frank Sinatra.
Entonces también Paul Anka y seguimos más arriba. Entonces llegamos allá a los Beatles, a los rolling stones, queen, pin flood. Y de ahí para atrás también lo que había, lo que estaba pasando en Europa con la música clásica, no? Entonces Berlioz y echamos para atrás y Beethoven, echamos para atrás. Entonces esto y conozco como Mozart y Bach como reuniendo un pensamiento y transmitiéndolo a través de sonidos que que hoy son sonidos que representan una forma de sentir y de pensar en un momento dado. Y yo creo que la música para mí ha sido eso ha sido una reunión de sonidos de vibraciones más que de educación de colegio o educación universitaria. Una simple vibración que me ha permitido vibrar, latir, sentirme a gusto con sonidos de todo de todo el planeta y ya después ser yo el que decide bueno, y con estos sonidos, si yo fuera sonido, y es que yo soy sonido también, todo lo que existe es vibración. Entonces el sonido que yo soy ¿Como suena?
Angélica Daza 04:47
Luego de tocar en la agrupación Sounda City y tras explorar diferentes sonidos y ritmos nacionales e internacionales. Felipe continúa preguntándose acerca del sonido de su esencia, por lo que realiza una investigación que lo inicia en un recorrido intelectual y espiritual en busca de más respuestas.
Felipe Duarte 05:07
Yo me fui a Inglaterra a hacer una maestría allá en emprendimiento cultural y estando allá. La investigación que escribí como tesis de grado fue las músicas como acción reflexiva. En específico las músicas locales. Entonces, pues claro, yo también tejiendo ahí desde la economía que había estudiado, entendí lo local como un mercado no, trataba como de presentarlo en esa en esa tesis como un mercado, un mercado local, en donde en el mercado local estás recibiendo, imagínate que vas a los mercados, esos de las plazas, entonces, en el mercado de la plaza, recibes los sonidos que al parecer la gente está escuchando mucho, pero en realidad más que los que están escuchando música es porque hay un movimiento financiero muy fuerte detrás de eso. Entonces la gente está escuchando mucho lo que está en la billboard, lo que podría ser Rihanna, Justin Bieber, Backstreet Boys. De ahí para atrás, todo lo que mueve y desde nuestro país, entonces que salen entonces Shakira, Juanes. Todo lo digo con mucho respeto, no, pero mi entender en ese proceso, en ese escribir y en ese meditar lo que estaba sintiendo estando en Londres y sintiendo que me hacían falta los sonidos de la tienda no, que pusieran un vallenato que pusieran, merengue o una salsa a. Sentirme de alguna forma que puedo bailar caminando por la calle. Entonces, a mí me di cuenta. Listo. Entonces yo voy al mercado y en todas las plazas del mundo, ahora lo que se escucha es lo mismo porque los que están diciendo qué es lo que la gente quiere escuchar. Es una maquinaria financiera brutal. Y con esa maquinaria financiera nos están convenciendo que ese es el sonido que hay que escuchar, ¿No? Entonces mi investigación fue: ¿Y que pasa desde lo económico, desde el valor agregado, qué pasa con las músicas que no se están escuchando? ¿Qué pasa con lo local? Porque están volviendo la música, como los hits internacionales, porque nos están quitando y desplazando el sentido local, ¿Qué es lo más local? Entonces yo pensaba, bueno, Bogotá sería local y Berlín sería local y Londres sería local y Mocoa sería local. Entonces, ¿Que músicas están pasando en cada uno de esos? Y entonces también estando en Londres, entendí, es que el rock no es un estilo. El rock es un movimiento, es que el punk no es un estilo. El punk es un movimiento. No es que el blues no es un estilo, el blues es un sentir. Entonces, si yo fuera sonido ¿Cómo sonaría? Y esa fué la otra parte de mi entrega de lo que están investigando, que fué hacer una composición de cómo sonaría yo si fuera sonido, y es una mezcla de lo digital, lo análogo de lo ternario, de bits versus improvisación. Edición versus libre sentir y bueno, todo eso, todo eso terminó siendo lo que yo llamé la importancia de que cada individuo es una música. Eso es lo local. Cada individuo es un sonido impregnado de todos los sonidos que uno ha escuchado por el papá, por la mamá, por los primos, las tías, abuelos, amigos, profesores, maestros, radio etc, todo eso lo convierte a uno en un único sonido local. Y si uno pudiera convertir eso en su propio sonido en volverse canción, estaríamos ricos en melodías. Las emisoras estarían llenas de flores multicolores y ritmos y sensaciones de valor propio. Y aprenderíamos a aceptar el valor de cada una de esas canciones porque todo lo que es auténtico tiene un valor. Y así empecé también a entender: esto es lo que yo estoy hablando. Y esto es lo que yo estoy escribiendo. Es exactamente lo que las músicas nativas ancestrales, que no son entretenimiento, están guardando. Están guardando una localidad, una autenticidad. Lo que los Íkaros son el hablar y el cantar de cada uno hacia el fuego, de cada uno hacia el aire, hacia la tierra. Un cantar que sale desde el corazón que no tiene forma veces, solamente tiene un sentir. Eso es un valor. Y esa música, ese sonido como valor local, individual, colabora a la riqueza, no a ese valor agregado. Ese fué mi trabajo. Y ahí empecé a tejerme también más a ese pensamiento nativo ya y desde el sonido y desde la música. Desde esta investigación me entendí, me empecé a reconocer, voy a dejar de hacer música por por sonar en radio. No voy a empezar a hacer música que Shiwayapavi como ya llamamos nosotros a esa energía padre y madre en Muyscubun, la lengua Muisca Shiwayapavi está mandando una vibración a través mío. Y yo soy un embudo de todo lo que ha sonado a través de mis orejas y ha quedado grabado en esos archivos de mi mente y de mi tiempo. Y lo que yo tengo que sonar es lo que yo tengo que sonar. No lo que la gente quiere escuchar, no. Y ahí en ese sonar pues cambié mi dirección y sin esperármelo, sin darme cuenta eso me trabajo a donde estoy, que es sound journeys, como viajes sonoros, no y trabajar con la luna.
Angélica Daza 11:04
Los cuestionamientos de Felipe y su búsqueda en torno a la recuperación del sonido local lo llevarían a indagar más profundamente en los sonidos de su tierra, en el momento en el que surgió su necesidad de ir más adentro, solo fue cuestión de tiempo antes de que el llamado de la madre tierra, a través del espíritu del Yagé, encontrara Felipe para seguir mostrándole el camino.
Felipe Duarte 11:26
Reconociendo de donde yo vengo de este territorio llamadoCuntrunamarka que es el nido del cóndor, donde vivimos como Cundinamarca, no nombre en Quechua además, de este territorio que escuchamos. Y ahí me di cuenta miércoles, yo no tengo ni idea. No sé a qué suenan las músicas de acá, sé más de cumbia que la música local nativa que esta tierra nos puso a vibrar y a danzar y fue mi caminar más o menos, siguiendo la curiosidad, el sentir el latir de de la intuición que me llevó en algún momento a buscar tomar medicina. Y yo tenía como un respeto, un poquito de culillo y mucho, y muchas ganas al mismo tiempo, pero nunca, nunca lo recibí porque sentí, bueno, esto va a llegar a mí. No lo voy a tener que buscar. Va a llegar a mí. Y yo creo que de nuevo, llegó cuando tenía que llegar. Y cuando llegó, fuimos con Lucas, hermano de Sounda City fuimos con él a él lo invitó a un amigo que se llama Jaku Sibundoy y Jaku Sibundoy ahora está trabajando desde la política también para proteger los derechos de las comunidades en específico del putumayo Inga, Kamentsá y Jaku invitó a Lucas y luca me invitó y yo venía en ese momento ya caminando, reordenando, limpiando, organizando mi territorio, que se llama cuerpo. Revisando ¿Qué es lo que me estoy comiendo? Cómo me estoy alimentando, de dónde está viniendo el alimento? Entonces cuidando y cuidando, cuidando sin darme cuenta yo ya estaba en una dieta tal que cuando llegué a este memento en que me invitan al Putumayo sin saber que íbamos a tomar que a recibir el espíritu del Taita Yagé pues ya me venía preparando, no. Y de nuevo, solo después entendí Shiwayapavi ya sabía pa donde me estaba mandando y llegué ahí y entonces, Jaku nos lleva donde su padre, de su familia y en el valle del Sibundoy, muy especial hablar con él también, porque fue también un momento en el que entendí con claridad de las palabras de su padre, que en ese momento estaba volviéndose como el responsable, la autoridad de las cuatro comunidades del valle. Pues nos fuimos a la montaña más arriba allá nos entró a su madrina. Mamá aura y de Mamá Aura ahora escribimos, compusimos una canción bien bonita que está en en el único disco que grabamos con Sounda City. Esa la pueden escuchar en Youtube yo creo que está y fue lo que salió después de la primera toma que hicimos de Yagé. Eso fue como el primer impulso que tuve también a confiar que la música que se tenía que venir no podía ser más enfocada a la radio, sino enfocada al despertar mío. Primero que todo, mi despertar, ¿Quién soy yo como música? ¿Cómo sueno yo? Y una vez encuentre eso, confiar que esa música que estoy haciendo, combinada de todas esas músicas del mundo, lo que va a ser es puente porque hay sonoridades que otra gente reconocerá en otros países, en otras regiones y dirá, uy, esa guitarra eléctrica está una nota, pero detrás hay una energía nativa y que cada uno en su región despierte desde lo nativo. Y recordemos que somos células de este cuerpo planeta. Y ese fue como mi proceso de de reestructurar mi camino a encontrar qué es lo que hacer música nativa.
Angélica Daza 14:54
Desde ese memento, el camino ancestral y la necesidad de seguirlo se volvió cada vez más profunda para Felipe, quien acompañado siempre de la música terminó por viajar a la sierra nevada de santa marta, donde los pueblos arhuaco y Wiwa los recibieron como un hermano perdido.
Felipe Duarte 15:12
Hace cinco años estuve yo en la Sierra. Me fui a Ciudad Pérdida y me fui con un hermano Wiwa y él me fue mostrando el camino y me iba compartiendo y con nosotros iba una comunidad internacional en realidad, entonces el Wiwa nos iba contando de su pensar, de su caminar, de lo que es el amor, las parejas, de lo que es el sexo, también la responsabilidad de la sexualidad para ellos, de lo que son las músicas, de lo que es la mochila, de lo que es el vestir, de lo que es el caminar, de lo que es el hablar y así nos fuimos por cinco días hasta que llegamos a ciudad perdida que en ese caminar a ciudad perdida, lo que en verdad encuentra uno como ciudad perdida es el gobierno de la ciudad interior que cada uno tiene, eso que se ha perdido. Uno es ciudad perdida. Bueno, ya volví porque estaba entre yendo y viniendo. Entre Londres, que vivía en ese memento, y volviendo y ahora en Berlín, entonces también lo mismo. Después volvía a Colombia en esa segunda, volví a territorio Arhuaco. Dije, voy a volver a la Sierra, pero quiero esta vez conectar con la capital Arhuaca y me lo propuse y me fui. me fui solo, no? Entonces, claro, pues, buscando que mis padres no tenían ni idea cómo llegar, ni que entonces por ahí preguntando que uno y otro y que lo que sea. Tal que cuando llegué a Nabusímake, que pues yo me quedé Nabusímake tiene dos partes, no. Una la parte turística y otra que es la ciudad del pueblo arhuaco. Sí, dentro de una muralla y de ahí para allá. Bueno, en ese caminar que salió un día con mi flauta, una quena. Y salía a tocar y yo iba tocando la quena con una melodía que llegó a mí en ese momento y que ahora la siento y la toco otra vez para recordar ese despertar. Y se iban a sumando las cabezas de diferentes Arhuacos que subían, se veían salir entre los maizales entre los campos, de los cultivos entre los platanales. Esto es algo. Unos me decían, » eh amigo quédate un rato y nos tocas». Entonces yo iba tocando y ellos iban silbando la misma melodía. Y yo, bueno, voy a seguir listo. Entonces seguía y pronto unos niños en un caballo ahí al lado mío iban lo mismo. Ay, qué si puedes tocar otra? Bueno, y de pronto de la muralla me llama mi hermano luis Fernando. Quien es ahora mi hermano, y en ese memento pues ya veníamos de alguna forma conectados, yo creo, desde el alma en tiempos milenarios atrás. Quien sabe y nos reconocimos ahí y diijmos, él me pregunta: ¿Tu estabas tocando música? Sí, y empezamos a hablar y es costumbre nuestra en las comunidades intercambiar Jayu no, la hoja. Cada uno tiene una mochila. Entonces, de mi mochila, yo pongo Jayu en la mochila del otro y el otro pone Jayu en mi mochila. Y ahí es como un saludo, como un intercambio, como un reconocimiento. Claro, yo en ese memento no tenía jayo, pero tenía un banano y le di el banano y el me dio jayu. Nos reímos igual. Entendimos que que sabemos lo que estamos haciendo, que entendemos este reconocimiento, que trabajamos un mismo origen. Y en ese momento, lo único que yo le podía decir a luis Fernando, lo entendió él, como usted es mi hermana, y usted no quiere quedarse en el lado de los turistas, usted vino a quedarse acá. La próxima que venga. Bienvenido en mi casa. Y todo hablando a través del muro, no? Entonces le dije, pues, mi hermano hoy puedo recoger mis maletas. Tengo solo un morral. Y si la invitación sigue abierta, vengo acá. Me dijo claro que sí. Entonces nos sentamos y de ahí empezamos a a profundizar. También compartimos y me compartió un espacio para dormir el fuego, la palabra y con mucho respeto también. El reconocernos y el reconocer que él viendo en mí como un hermano menor, como un hermano perdido en búsqueda de ese origen,
Angélica Daza 19:17
Lacercanía y amistad con los pueblos de la sierra lentamente despertaría una curiosidad por reconectar con la tierra donde nació.
Felipe Duarte 19:26
Bueno, ahí. Ya era de alguna forma muy claro, cuando volvimos a la Sierra que el Muisca, si existe para mí ya era claro que el Muisca sí existe y que yo vengo de territorio Muisca porque nací en Muykyta no Bogotá. El lugar de la labranza, los límites de la labor, los límites de la tierra fértil, que es lo que siginfica Muykyta no.
Y yo venía también investigando en lo muisca desde los pocos libros que me iba encontrando, desde la semilla que dejaron a mis maestros en el colegio porque, como les contaba cuando cuando nos conocimos primer capítulo de mi colegio occidental. En historia llegan los españoles. No capítulo uno de los libros de historia con los que no aprenden el colegio. Es decir, nosotros venimos de ahí, todo de ahí para atrás la inexistencia.
Juan Diego Beltrán 20:20
Antes de continuar con la historia de Felipe, es necesario hacer una pausa en el camino para hablar sobre el pueblo Muisca. De acuerdo con la historia recopilada y reconstruida por los cronistas españoles y la arqueología moderna. El pueblo muca fue una civilización indígena que se extendió a lo largo de los departamentos colombianos hoy conocidos como Santander, Cundinamarca y boyacá y remonta sus orígenes hacia finales del siglo vi antes de Cristo. Se les ha llamado también de manera imprecisa, chibchas un nombre derivado de la pertenencia lingüística del pueblo Muisca la cual los conecta con otros pueblos americanos cuyas lenguas encuentran una raíz común en la familia lingüística chibchense, entre los cuales destacan también los Guanes, los U’wa y los Kogui. En términos socio políticos el pueblo muisca se organizaban lo que hoy se ha denominado como la confederación Muisca, la cual comprendía dos unidades políticas principales. Al suroccidente se encontraba el Zipasgo con capital en Funza, cuyo gobernante supremo era el Zipa. Al nor oriente. Estaba el Zacasgo con capital en unza, cuyo gobernante supremo era el Zaque. A su vez, estas divisiones político territoriales de la confederación estaban divididas en clanes, aldeas y poblados. La arqueología moderna ha llegado a firmar también que el pueblo muisca tenía grandes habilidades y capacidades comerciales que se extendieron a los confines de lo que hoy se conoce como Colombia. Una de las pruebas más concluyentes del desarrollo al que llegaron estas redes de comercio es que en el litoral Caribe y se hallaron mantas y esmeraldas de procedencia muisca. Asimismo, la mundialmente famosa y altamente especializada en orfebrería muisca basada en el uso del oro y la riqueza mineral del territorio, llevó a los españoles a difundir una versión distorsionada de la leyenda del dorado, una ciudad hecha de oro la cual los colonizadores buscaron incansablemente y sin éxito en las tierras sagradas de estas civilización.
Felipe Duarte 22:19
Que ese el dorado que buscaban acá no era necesariamente un lugar físico de oro, sino que era. Un estado del ser, ser el dorado, ser corazón de oro. Ser pensamiento oro.
Juan Diego Beltrán 22:38
Las habilidades de orfebrería, la organización política, la extensión territorial de la confederación, el conocimiento espiritual y la envergadura de sus redes de comercio han llevado la historia a colocar al pueblo Muisca como una civilización de talla comparable a pueblos como el inca. El mexica o el maya, pero alto ahí. Esta narración de la historia también ha pecado definir al pueblo Muisca como una civilización altamente jerarquizada donde el liderazgo los zipas y Zaques es presentado como despótico, autoritario y enfocado en la satisfacción de las necesidades del élite política y espiritual.De la misma forma, la arqueología se ha encargado de construir una narrativa donde los integrantes del pueblo muisca. Eran percibidos como bélicos, salvajes, territoriales, incluso atrasados. Al leer las crónicas de los colonizadores, encontramos que toda su visión y narración de lo que encontraron el territorio Muisca está plagada de los prejuicios y experiencias con las que ellos mismos percibían su propia realidad y la naturaleza del poder político y clerical de la monarquía española. Hablaban de sacerdotes, de sacrificios y tributos de guerra y de comercio, pues estos eran sus términos para describir e interpretar la historia Muisca. Nunca se tomaron la molestia de consultar con los indígenas cómo la sociedad Muisca se hubiera podido percibir o describir a sí misma. Prefirieron la negación de la otredad y la demonización de lo indígena para así, justificar la barbarie y la destrucción de una civilización entera. Mientras paralelamente, se presentaban a sí mismos como héroes, salvadores y hasta hombres de fe y progreso. En su libro, los Muiscas la historia milenaria de un pueblo Chibcha. El arqueólogo y antropólogo colombiano Karl henrry Langebaeck desmiente el análisis de la historia Muisca desde los sesgos y prejuicios construidos por una sociedad española víctima de los vicios que buscaba achacar a la Muisca. De esa forma, encontramos que el concepto de guerra en este territorio era ha entendido no como un acto de conquista y expansión territorial, sino como un acto simbólico y teatral mediante el cual los Zipas y Zaques reflejaban legitimidad ante su pueblo. Encontramos que el cacicazgo Muisca no estaba basado en el despotismo ni era comparable con la figura del monarca español. Ni que los tributos hacia los líderes estuvieran basados en la coacción, sino que estaban arraigados en un respeto y seguimiento voluntario, del conocimiento espiritual de los caciques y a su conexión profunda con la madre tierra. De esta forma, vemos que el pueblo Muisca era más similar en sus enseñanzas y cosmogonías a los pueblos que hoy habitan a la Sierra Nevada, de lo que jamás podría haber sido a la estructura del poder militar y colonial de la corona española. La cosmogonía Muisca hablaba también de pagamentos y de la necesidad de preservar sitios sagrados para proteger la armonía planetaria. En ese sentido, cuidaban profundamente de lugares como montes, cerros lagunas, bosques y ríos al percibirlos como lugares con vida, conciencia y espíritu. De la misma forma, dada la riqueza hídrica del territorio Muisca, la relación de este pueblo con el agua era vital y se basaba en un profundo respeto de estos espacios al considerar que de ellos provenía toda la vida del planeta. Tristemente, los libros cuentan la historia Muisca partiendo de la llegada a los españoles. Y de esa forma borran el legado espiritual de todos aquellos que nacimos en este territorio sagrado.
Felipe Duarte 26:13
Claro, nosotros entonces crecemos confundídisimos y casi que, como huérfanos, nosotros no tenemos un pensamiento autónomo porque nosotros nos está rigiendo el pensamiento que viene de esos libros de historia donde nosotros no existimos sino fuera por la conquista, no por esa barbarie, por ese robo y por esa destrucción de conocimiento y de ciencia, de cuidado. Entonces, mis profesores de geografía de historia de filosofía. Ellos siempre nos hablaron de las comunidades indígenas como nuestra raíz que no podemos olvidar. Entonces, revisar que hay en el Amazonas, revisar que hay en la sierra nevada, revisar que es ser Muisca. Y ese Muisca quedó ahí siempre quedó ahí grabado; sin embargo, era como el Muisca a diferenciar de, por ejemplo, los U’wa, o los arhuacos, los Kogui. Kofán, Inga, los Kamentsá, que todos son presentes. Los Muisca nos los enseñaban como extintos.
Angélica Daza 27:29
Todo el camino recorrido con los pueblos de la sierra y las sincronicidades del universo terminaron por conducir a Felipe al lugar donde finalmente se daría el encuentro destinado desde el comienzo de su andar. En un Kusmuy Muisca bajo el abrigo del abuelo fuego. Se le revelaría de manera definitiva su relación con este pueblo y su propósito con la madre tierra. Llegamos
Felipe Duarte 27:55
de nuevo como por ese, pedirle al invisible a un Cuysmuy Muisca. Ya sabiendo e investigando un poco todo eso. Y surgieron cosas muy bonitas en ese cambio de fuego, que es el comienzo de la semilla. Es decir, el año nuevo eso pasa en el equinoccio. Eso fue el 21 de marzo. Y en ese Cusmuy se compartió con familia Muisca y gentes de todos los territorios. Y y entre eso también quedo una palabra ahí que me llamó la atención y es: ¿Quiénes somos Muisca o quién es Muisca? Porque con todo este concepto de apropiación cultural, entonces uno empieza a tener cuidado y miedo y que que soy y que claro, hay que tener un respeto, pero también hay que abrir la puerta para que esa apropiación cultural no se dé desde lo negativo. Pero sí se ve como un reconocimiento y poder hablar todos, como mi madre es la Tierra. Me senté en este Cusmuy ya un año después en la candelaria y en esa candelaria, ahí llegué donde mi hermano Bunkwa Yari Makú autoría del cabildo Muisca mayor de oriente. El cabildo mayor Muisca de oriente que tiene su centro en Fomeque, su casa de gobierno Fogue que en el momento en que me senté ahí con Bunkwa Yari Makú, mi hermano Makú me dice eso que estás diciendo es casi que, como si estuviera hablando yo y estás se donde yo me suelo sentar. Y ahí yo entendí con sus palabras. Yo soy muisca y es importantísimo que empecemos a aceptar lo indios que somos y a no considerar eso un insulto. A cargar esa palabra con amor y a decir, soy indígena, no de nuevo con mucho cuidado, porque eso no es algo de decir. Es algo de vivir. Claro y a decir mis mayores, mis abuelos, mis abuelas ancestrales me han contado estas historias y esas historias las guardaré dentro de mí y no las tengo que escribir. porque ya las siento y todo lo que mi corazón siente queda guardado. Entonces, ahí en esa casa, en ese lugar, ahí fué donde me sentí por primera vez Muisca y sentí que la autoridad Muisca. Me decía a mí, tú eres Muisca, pero tienes que profundizar lo que aún no recuerdas y ahí hemos venido tejiendo con el cabildo Muisca de Oriente y ahorita acabamos de volver de un auto reconocimiento ya de varios de nosotros frente al cabildo y frente a las autoridades, pero ante todo ante las autoridades espirituales de padre y madre, y hemos tenido el apoyo de las comunidad Wiwa, de la comunidad a Arhuaca, de la comunidad uU’wa. Ellos vienen recordándonos que la labor del Muisca es entender desde el occidente por donde no hay que caminar, porque ya venimos de ahí. Y nosotros tenemos la responsabilidad de decirles espere por allá, no vaya. De allá vengo caminando yo y por allá no es. No porque ya hay comunidad indígena que está queriendo occidentalizarse y que está en nuestras manos darles nuestro apoyo, no a ellos, sino a nosotros mismos como uno, como confederación del águila y el cóndor del norte y del sur.
Juan Diego Beltrán 32:02
Los caminos de la vida tienen forma de espiral. El tiempo es cíclico y en el torbellino circular de la existencia. El pasado se funde con el presente y el futuro para llevarnos a un punto en el que todo está conectado. Todo es parte del mismo camino en búsqueda del retorno al punto de origen. Para los herederos del camino espiral Muisca que fue borrado, negado y descrito como extinto. Quizás parezca difícil encaminarnos en torno al reencuentro con nuestro centro, con nuestro origen; sin embargo, la historia de personas como Felipe nos revela que el sendero, si bien oculto y desdibujado por las telarañas de la historia, sigue existiendo. Hay formas de reencontrarnos con nuestra esencia, con nuestra pertenencia y con todo aquello que nos muestra invariablemente la existencia de un propósito mayor a ser cumplido con nuestra Madre Tierra.
Felipe Duarte 33:01
Nosotros tenemos después de Brasil, somos el segundo país con mayor cantidad de comunidades y lenguas nativas. Y desde ese lugar, me gustaría decir, en mi caso, fue el Muisca, pero hay que buscar en cada región cuál es ese ser nativo, esa palabra ancestral sin naces en santa marta. Pues no te reconozcas Muisca. Claro, reconócete Arhuaco, o Wiwa o Kogui o Kankuamo, Juan yo mismo en el o también podría ser Guayú. Si naces en leticia, uf. La cantidad de opciones que tienes para reconocerte. ¿De qué parte? ¿En donde están tu sentir? Un abuelo me decía me decía ya con en la sierra Mamo Antonio busca cuál es el lago y el río más cercano de donde viene tu padre. De dónde viene tu madre. Desde ahí vienes tú. Pues, claro. Empezando a buscar por ahí donde viene mi padre. Entonces el en Calarcá entonces empezamos a buscar las lagunas por ahí cerca y nos dimos cuenta que una de esas está ahí al lado o es parte de uno de los páramos de la región de nuestro centro. No, nosotros como Muiscas cuidamos los páramos. Se nos dio el territorio de los páramos, el 95% de páramos del planeta existen en territorio Muisca en Colombia. Nosotros como Muiscas estamos enviados a cuidar el útero de este planeta, de esta madre. Somos células de de ese territorio y como tal, tenemos que actuar. Pero si nacemos alrededor de la sierra, entonces nuestra labor es cuidar el corazón del mundo. El corazón del planeta. Si nacemos en el putumayo, en el Amazonas hacia el sur, entonces nosotros cuidamos los pulmones. Y eso solamente uno reconociendo cuál es mi territorio. Por ahí hay que empezar, no? Entonces, dándole la oportunidad a que todos nos reconozcamos como gente nativa. Aka Muisca es nueva gente. Muisca en Muyscubun es gente. Nosotros como Muiscas somos gente. Esta palabra que usamos de Muisca es para darle un peso nativo y para empezar a buscar dentro de nosotros que gente como Muisca, como palabra Muisca. Tiene una raíz específica que está atada a un territorio. Entonces siempre hay que buscar en el territorio. Y siempre hay que buscar también en territorio Papá, territorio mamá. ¿De dónde vienen ellos? ¿Cuál es su historia? Siempre que vas don de un abuelo, donde una abuela, y te sientas al lado de ellos, te van a preguntar ¿De dónde viene usted? ¿Quién es su papá? ¿Quién es su mamá? ¿Tiene hermanos? Por ahí empiezan. Entonces por ahí debe empezar uno también. ¿De dónde vengo yo? ¿De qué tierra? ¿Qué cuido? ¿Qué crece en tierra? Crece, papa, crece banano. Entonces, ¿Como buscar ese ser Muisca sino tenemos como los libros o si tenemos las bibliotecas? Nuestros abuelos si somos afortunados de vivir en un país donde todavía existe comunidad nativa guardando palabra ancestral, busquémosla. Pero eso está en nuestro interés. Somos nosotros los que tenemos que caminar en esa dirección, porque en ese caminar es que nos vamos a dar cuenta que estamos caminando hacia el origen, que estamos volviendo al útero, que estamos volviendo a esa obscuridad y que se va a sentir incómodo porque nosotros no sabemos o se nos olvidó desde que nacimos en la oscuridad. Nos hicimos en nueve meses en la oscuridad del útero y en esa obscuridad vivimos perfecto. Y cuando salimos, puf, nos dio muy fuerte esta luz y se nos olvidó cómo es sentirse cómodos en la oscuridad. Entonces nos toca volver a esa oscuridad que en últimas es también como un lienzo en blanco, donde está todo por pintarse. Y sólo volviendo a ese origen, a esa oscuridad que tal vez nos haga sentir incómodos respirar hasta que sintamos que, ah, uy, qué bonito se siente este origen. Qué bonito y qué cómodo me siento abrazado por este útero. Me siento amado por la totalidad. Entonces, desde ahí, desde el origen de cada uno, reconocernos. Y reconocer el territorio y preguntarle a esos abuelos y esas abuelas de esos territorios, buscarlos. Entonces, sí, yo creo que ahí es donde, mi sentir dice Reconozcámonos muiscas, reconociendo el territorio. Y ahora que vivo en Berlín en Alemania, ese es mi trabajo acá. Y esa sí que es una tarea, porque aquí he empezado a investigar ¿Cuál es el origen de acá? Todos venimos del mismo pensamiento. Pero entonces, ¿Cuáles el muisca planetaria? ¿Cuál es el muisca druida? El Muisca celta, el el muisca germano. ¿Y qué parte del cuerpo planeta somos acá? Porque acá hay que actuar de otra manera. Acá somos células de otra parte del cuerpo. ¿Cuál es la misión acá? Y si todas las células de acá empiezan a irse para otras partes a la india o a suramérica, no, que es que allá está muy bonito este desarrollo nativo y este sentir, este pensar espiritual que de pronto en Europa está un poco silenciado, olvidado. Entonces, imagínense esa parte del cuerpo planeta se va a enfermar, porque se le están escapando las células. Todo tiene su orden y necesitamos células activas en cada parte del planeta, Muiscas en todo planetario.
Angélica Daza 38:54
Así como el universo tiene un origen en la explosión sonora de Bague todos en este vasto microcosmos tenemos también un sonido, una vibración primordial que nos conecta a nuestro propio origen original. Para Felipe, el camino hacia el eterno retorno estuvo guiado por la música, la medicina y la sabiduría de hermanos perdidos en otras vidas con quienes se encontró una vez más para retomar sus pasos hacia su origen muisca. Para quienes están, al igual que él, y que nosotros, en busca del sendero espiral de la creación y el sentido de propósito en esta encarnación. La pregunta que formula Felipe al inicio del episodio: ¿Cómo sonaría si fuera canción? No es más que una pista para buscar de dónde venimos, una invitación para recordar nuestro legado ancestral, un llamado para, como huérfanos, regresar al cuidado de nuestros padres y, así, retornar al amor de la madre tierra.