Transcripción

Abel Mamani: [00:00:00] La cosmovisión andina es la forma de como ellos veían al universo. Ellos lo veían en tres sentidos con el Hanan Pacha, el Kai Pacha, el Uku Pacha. El Hanan Pacha era todo lo que está en el cosmos, celestial, espiritual, no? Y el Kay Pacha que vendría a ser el mundo terrenal y el Uku Pacha en la parte de abajo. Estos 3 mundos están representado por los tres animales, que es el cóndor, el puma y la serpiente.
Juan Diego: Estás escuchando el suave e inconfundible oleaje de lago titicaca. Acabas de oír las palabras de Abel Mamani Calcín, líder indígena en la isla de Amantaní y guardian de un linaje de sacerdotes andinos que trabaja en la lectura de hojas de coca. El vuelo del cóndor nos guió a la cuna de la cosmovisión andina. Y es aquí donde comienza nuestro viaje.[00:01:00] 
Estás escuchando pensamiento espiral, la danza que el cóndor y el águila.
El verdadero viaje se hace en la memoria. Marcel Proust. La memoria es algo curioso. Cuando miramos hacia atrás, es capaz de amplificar o eliminar ciertos detalles o momentos para contarnos y contarle a otros una historia coherente, aquella historia que queremos que otros crean o que nosotros mismos hemos llegado a creer como resultado de las distorsiones del tiempo. La memoria puede adornar verdades con pequeños destellos de mentira y exageración. Pero más allá de la posible fidelidad en la narración de eventos trastrocados, la memoria siempre está nutrida por algo [00:02:00] más por una sensación profunda que emana del lugar, de las personas, de los sucesos que queremos recordar. Quizás esa sensación este anclada a un sonido, un olor, a un sentir.
Una mañana de mayo, angélica y yo llegamos a la ciudad de Puno principal puerto del lago titicaca en el Perú. Al verlo por primera vez, nos encontramos con la inequívoca sensación de sabernos en presencia de lo sagrado. Frente a nosotros algunos barcos se mueven a la distancia y por más que intento escudriñar la otra orilla, el lago parece extenderse como un mar infinito en la cima de los Andes. Ubicado en la frontera Perú -Bolivia. Este lago es considerado por la cosmovisión andina como el útero del mundo, y es también, El cuerpo de agua navegable más alto del mundo. Alzándose a 4000 metros de altura sobre el nivel del mar, caminar a su alrededor se [00:03:00] siente como un verdadero esfuerzo.
Nos dirigimos a Amantaní, una pequeña isla que según sus habitantes, tiene forma de sapo. Aquí vive en unas personas de comunidades indígenas quechuas y Aimaras marras en su punto más alto, el centro ceremonial Pachamama que se alza una sofocante altura de 4,100 metros sobre el nivel del mar. Se albergan antiguos templos pre incaicos y otros tantos sitios arqueológicos. Según nos dijeron visitar la isla nos permitirá conectar con una cosmovisión ancestral muy bien preservada. Para visitar este lugar, es necesario tomar un bote procedente de capa chica que en 45 minutos te dejará en la isla. Para poder quedarse en la isla, es necesario ser recibido por una familia indígena. En nuestro caso, la familia Mamani nos recibió por algunos días que bastaron para recorrer la mayor parte de Amantaní y para abandonar por completo nuestras expectativas sobre lo que creíamos que aprenderíamos en el lago titicaca.
Amantaní es un lugar extraño, a pesar de ser hermosa y apacible, la isla es mucho más de lo que se percibe a simple vista. Mucha gente se refiere a ella como una [00:04:00] isla embrujada que alberga tantos espíritus que una mitad entera de ella no es habitable ni mucho menos visitante después del atardecer. Al recordar la isla y los misterios que allí suceden una oleada de emociones, pensamientos y detalles difusos me arrollan.
Intento procesar todo esto en busca de la sensación que sé que habita en el fondo de mi mente cuando recuerdo estar en el titicaca. Hoy regreso en el tiempo a través de mi memoria para comprender lo que el lago nos enseñó y poder compartirlo contigo. Por esa razón, lo que vas a escuchar en este episodio es una serie de historias reconstruidas desde nuestros recuerdos en el lago Titicaca. Cada uno de los recuerdos que hoy te compartimos guardan profundas reflexiones sobre el estado de la cosmovisión andina; sobre la relación de nuestra especie y con la naturaleza; y sobre la interacción del ser humano con lo celeste. Para dar mayor sentido a nuestras vivencias en el lago, contaremos con la guía del anfitrión indígena que abrió este episodio y nos recibió Amantaní, [00:05:00] Abel Mamaní Calcín. Ahora cierra los ojos, ponte cómoda o cómodo y embárcate con nosotros en un viaje en la memoria hacia las aguas del lago titicaca.

Capítulo 1: UKU PACHA o el mundo de abajo.

Los arreboles del atardecer se reflejan sobre la titicaca y crean un espejo perfecto. Por momentos no pareciera haber una separación entre el cielo y el agua. Angélica camina a mi lado. Insistentemente volteo a sonreirle emocionado, un gesto muy común en mí cuando estamos viajando por un lugar que me maravilla al punto de no saber qué decir para expresar mi asombro. A la distancia, sin embargo, algo rompe con la calma del lugar. Escuchamos los gritos de dos mujeres que [00:06:00] frenéticamente remover unas piedras a la orilla del lago. Al acercarnos, una de ellas comienza a hacernos señas con las manos y en una mezcla de quechua y español, nos dice que necesita ayuda. Corro hacia ellas y sin entender para qué, las ayudo a abrirse paso entre rocas grandes y pequeñas; pareciera que están buscando algo.
Intento preguntar qué está pasando, pero la barrera del lenguaje hace lo suyo y ninguno entiende lo que dice el otro. Al levantar otra piedra, comprendo al fin lo que está pasando. Veo el ágil movimiento de una serpiente que se esconde entre otro montículo y sin pensarlo, suelto la roca y doy un paso hacia atrás.
Las mujeres señalan a la serpiente y corren hacia ella con piedras en. Escarban el montículo hasta que dan con ella. Veo cómo la serpiente desesperada intenta escapar sin éxito y cierro los ojos. Escucha el sonido de fuertes golpes contra el piso, intercalados con la voz de ambas mujeres gritando Satanás, Satanás, Satanás.[00:07:00] 
Abel Mamani: Siempre estamos en contacto con la naturaleza. Todo universo. Todo para nosotros es parte de nuestra familia. Por ejemplo, los vientos son nuestros tíos. Lo llamamos tíos an cariz. Anteriormente no existían lanchas a motor, todo era a velo y yo para poder viajar a la ciudad de puno, tengo que invocar un viento que sople a la dirección favor mía.
Entonces, para eso se hace todo un ritual. Se invoca a los tíos ankaris. Cada dirección del viento tiene un nombre propio por Dios, como divinidad, no para te puede escuchar y puedan dar a tu favor. Entonces todo todo la piedra igual también para el sembradío de los cultivos, el permiso a la Pachamama. Nosotros teníamos una religión andina.
Nosotros teníamos diferentes dioses considerados, pero el cristianismo dice solamente un Dios. Entonces ¿Que hizo la civilización acá? Fusionarlas. Entonces ahora lo que hacen. Un chamán, si vas a ir, haces de leer cualquier chamán. Qué va a ser primero? Va a rezar. El padre nuestro se va [00:08:00] persignar va a pedir permiso al criador de todo y luego ya no llama ya como divinidades, digamos a la roca. Ya no llama divinidad a la Pachamama. Lo llaman Pachamama. Lo llaman mariano ankulo, los tíos Ankaris, el mata maco la mama coca. No, osea. Lo llaman de esos nombres, pero ya no como Dios, sino como hermanos, como creados de un creador. Pero lamentablemente, hay personas, por ejemplo, que son muy extremistas que empiezan como que negar esta parte de la comunión entre la naturaleza y el hombre. Entonces, todo lo que era antiguamente fuera de la filosofía cristiana, lo endemonizan, o sea todo esto es malos. Entonces que pasa que en ese momento ya no hay una comunión directa con la naturaleza? No con la pacha mama. Es porque lo han entendido de manera muy diferente. En realidad, por ejemplo, San Francisco de asís, un hombre fiel cristiano. Él llamaba hermano a toda la naturaleza, hermano lobo, hermano, a las plantitas al lago a [00:09:00] todo llamado hermano, porque se sentía parte como hermano de toda la creación de un creador que es el padre, lo llaman ellos. Pero nosotros de tramitas como que no entienden de esa manera, sino dicen todo eso no tiene vida, no tiene vida, no tiene vida, no tiene vida.
Pero por ende, tiene que haber un respeto porque al igual que él ha sido creado, ha sido criado todas las cosas que nosotros vemos. Y como yo voy á faltar respeto, digamos á la madre naturaleza en votar basura, en hacer cualquier tontera, en contaminar. Si es una creación de Dios del padre, si yo creo en el padre, yo no puedo votar basura, estaría escupiendo el regalo de mi papá del creador. Es tu familia.
Mira, entonces es como escupirle en la cara, no al que no se está dando ese regalo. Viéndole de cualquier punto de vista, sea cristiano, o sea religión andina es un regalo lo que tenemos, porque somos los únicos seres que tenemos la administración total de todos los recursos del planeta.

Capítulo [00:10:00] 2: KAI PACHA o el mundo terrenal.

Abel Mamani: El lago siempre ha sido sagrado. Todo lo que es agua, digamos, tú vas a ver manantiales, ríos. Siempre vas a encontrar en la historia que los hombres creyeron que el primer hombre de una cultura ha surgido del agua. O sea, el agua es vida. Por ende, siempre el agua ha tenido una importancia de vida. Donde hay población, hay agua.
Entonces el agua ha sido de alguna otra manera venerada como la mamá. ¿Por qué mamá? Porque de ahí nace. Por eso la mama cocha. Entonces nosotros tenemos mucho respeto al lago porque sentimos que todo el lago tiene una vibración que de alguna otra manera nos protege a nosotros. El nombre de titicaca es titi que significa puma y caca. Es color gris ó roca. Y casualmente, el lago también tiene la forma de un sapo vista del satélite. Bueno, la titicaca me parece, no sé [00:11:00] mágico, misterioso. No hay muchas cosas que descubrir adentro. 
Juan Diego: Me siento a la orilla del lago y desde donde estoy sentado, veo la punta de una formación rocosa que sobresale en la superficie del agua.
Luce como la punta de una gran flecha. Recuerdo que alguien de la isla me mencionó que está seguro de que esa roca podría ser algún tipo de pirámide, que le gustaría poder bucear para ver más cerca de que se trata. Por un momento, pienso en los misterios de los que habla Abel. Angélica se me acerca y me pregunta si estoy listo. Asiento y me volteo para encontrarme con ella y su hermano Natalia, quien nos acompaña en el viaje.
Ambas están cambiadas y preparadas para entrar al agua. Me pongo de pie y me he visto quitándome varias capas de ropa. Siento una fri brisa deslizarse por mi espalda y piénselo el lado que debe estar al agua con el invierno acercándose lentamente al titicaca, nos explicaron que es mejor entrar al lago durante el verano ó si no está la estación, procurar entrar al agua hacia el mediodía.
Sin embargo, son casi las cuatro de la tarde y [00:12:00] aquí estamos. Ya listo para entrar al agua, me acerco angélica, quien me pasa una bolsa de hojas de coca para pedirle permiso al lago antes de entrar.
Abel Mamani: Las hojas de coca son hojas sagradas desde hace muchos, muchos años. Usted sabe acá en la isla de manteni. Por ejemplo, si yo quiero saludar a alguien, yo le saludo con las hojas de coca.
Y si yo quiero pedir un favor a alguien, agarro la coca y le digo por favor, ya con la coca, es como ya me va la coca es algo que te te ponen comunión con la otra persona más íntimamente. No las hojas de coca. Es como un intermediario con poderme comunicarme con estos entes. La Pachamama, el viento, las piedras ó el lago. De alguna otra manera, estos entes se comunican o se manifiestan por las hojas de coca. Por esas razón, es sagrada. 
Juan Diego: sagrado con cuidado, escojo las tres hojitas más perfectas que encuentra dentro de la bolsa. Las despliego entre mis dedos como un abanico y proyecto mi intención de pedir permiso sobre el recién formado quintu, [00:13:00] 
Abel Mamani: El quintu son tres hojas de coca untadas que nosotros agarramos siempre para todo. Las tres hojas de coca. quintu ¿qué hago? Lo rompo las hojas de coca y voy haciendo una oración. Por ejemplo, es lugar colón o por favor no te resiente si hago algo. Inconscientemente, o sea, posiblemente hay algo que lo puede ofender, pero yo no sé, no. Entonces, y va pidiendo una oración pequeña y le pone en la tierra, es como si la oración estaría en la coca.
Entonces yo lo pongo y es una intermediario. Las tres hojas de coca representan la trilogía andina y la cosmovisión andina 
Juan Diego: antes de ofrenda. Mi quintu, reflexiono sobre lo difícil es que han sido para mí los últimos. Pienso en mis miedos y malestares físicos, y le pido al lago titicaca y a la madre de las aguas la mamacocha que me protejan despido que toda el agua que toque mi cuerpo se convierte en [00:14:00] medicinando las tres hojas de coca y entro al lago.
Mis pies se encuentran con un fondo rocoso. Con cada paso, las rocas se deslizan y siendo que pierde el. Camino con cuidado y me acerco angélica y a Natalia que están temblando y tiritando sumergidos hasta los hombros les sonrío y siento el frío en cada puro de mi cuerpo, pero profundamente para intentar no temblar.
Pasados unos momentos, Natalia comenta que hace mucho frío y comienza a sentir algo extraño en su vientre, por lo que decide. Angélica, por otro lado, que por si es bastante frio violenta y por lo tanto, no el mejor referente en cuanto a la percepción de la temperatura del frío, intenta quedarse un rato junto a mí, pero con la mandíbula tintina me dice que hace demasiado frío también del agua.
Cuando me quedo, solo regreso la atención a mi cuerpo y noto algo que me sorprende. No siento frío. No siento frío ni siquiera con el [00:15:00] viento soplando a mi alrededor. Por supuesto que sé que la temperatura del agua es baja. Mis dedos entumecidos y la temperatura de mi piel reconocen este hecho. Por supuesto que también sé que afuera hace tanto frío que por eso traíamos ponchos, chaquetas y bufadas. Mi mente también reconoce esto. Sin embargo, algo más está pasando. Miro hacia la otra orilla del lago y veo como el sol crea destellos dorados sobre agua. Veo también varias aves volando sobre el cielo despejado que me siento tranquilo por un instante.
Dejo cuestionar por qué no siento el frío y solo me quedo perfectamente quieto. Escucho angélica preocupada que me dice que salga, que voy a congelar, pero sonrío y le digo que estoy bien. le hablo al lago y le agradezco. Podría jurar que por un momento, el agua se siente como una caricia maternal. Al fin logro poner en palabras la sensación que me llena. Mi piel está fría, claro, pero algo muy profundo en [00:16:00] mi interior se siente cálido por un momento.
Entiendo que no importa qué tanto frío haga fuera en mi interior, arde el fuego eterno que necesito para hacer frente al más crudo invierno. 
Abel Mamani: Lo más primordial en realidad es el alma. Es lo que nos sostiene lo que nos hace vivo. Lo que nos hace pensar, habla en todo lo que tenemos, pero lamentablemente, la gente ya se olvidó de que tenemos alma.
Mucha gente que cree que no tenemos alma, gente que ella piensa que mueres y desaparece tu alma, no, tu alma es eterno. Entonces, lo que falta, este reconocimiento de nuestra existencia de nuestra alma. Y cuando nosotros entendemos, reconoció la existencia de nuestra alma, vamos a empezar a valorizar todo así como lo hacían antes.

Capítulo 3: HANAN PACHA o el mundo de arriba.[00:17:00] 

Abel Mamani: Hablan que cuando llegó la conquista española a Amantaní y los españoles invaden la isla, De alguna otra manera lo esclavizan a todo el pueblo. Y había una niña, dicen se llamaba Amanda. Ella se enamoró de la isla. Entonces su papá le dice ya va a ser tuya, tu isla. Vamos a ver qué hacemos acá. La niña tenía muchos proyectos Dice que quería hacer mucha agricultura yo que sé y pasó un tiempo y casualmente la niña fallece de la nada.
Entonces todos estos españoles creyeron que la isla estaba encantado embrujada y en honor a ella, le llamaron la isla de Amandita. Por eso es Amantaní Amandita Amantaní Amandita Amantaní. ¿Por qué hablo es una isla misteriosa? Porque en esta isla de alguna otra manera, todas las personas van á coincidir siempre en lo que han visto. Por ejemplo, si uno te va a decir, sabes que yo estaba caminando entre los dos templos en [00:18:00] medio, se ha visto unas ciudades.
Es como si tú estarías arriba en un cristal y tú miras abajo una ciudad .Otro te va a decir, estaba caminando de nuevo yendo a mi chacra. Entonces yo vi luces brillantes, una ciudad gigante, pero todos estas personas creen que son el demonio, porque eso es lo que se ha metido el cerebro. Cuando hablas de la religión cristiana, lo han entendido de una manera diferente, pero en sí, lo que son es que se abren puertas o portales dimensionales ciertos momentos 
Juan Diego: Estamos subiendo uno de los dos cerros tutelares de Amantaní. Se trata del pacha tata que se alza unos 20 metros de altura. Con cada paso que hoy siento que se me va a salir el corazón por la boca, por lo que hago pausas en el camino para recuperar el aliento por momento. Siento que me palpita la cabeza.
Comienzo a mascar coca para contrarrestar el mal de altura. Al llegar a la cima, me encuentro con una vista de águila desde donde puedo observar toda la isla y una gran [00:19:00] parte del lago. También me encuentro con un templo cuadrado de piedra protegido por una muralla y una reja cerrada con candado. Me explican que este templo y el de Pachamama, el cerro más alto que se observa al otro lado de la isla, son construcciones incaicas que sólo se abren cada tercer jueves de enero cuando los sacerdotes andinos realmente llamados Paqos, realizan una ceremonia con todos los isleños para simbólicamente unir a la madre tierra y al padre de los cielos. No explican que ese día las dis comunidades que habitan la isla se dividen en dos.
Cinco suben el Pachamama y las otras cinco, el pacha tata para honrar la vida que brinda la tierra y para agradecer también al cielo que con su semilla fertiliza la tierra. Mientras me explican esto, miro hacia el cerro Pachamama y recuerdo las palabras de Abel sobre la ciudad que se deja ver entre ambos templos.
Le pregunto si las ceremonias que aquí se celebran tienen algo que ver con las visiones que reportan los habitantes de la isla. Nos explican que para presentarnos ante el pachata y poder estar en su presencia, es necesario [00:20:00] dar tres vueltas en silencio alrededor del templo y ofrendar vuestros pensamientos y sentir a un quintu de hojas de coca que después era entregado a la entrada del templo.
Nos explican también que éste es un espacio propicio para pedir bendiciones y protección al padre de los cielos. Comienzo a caminar con pasos tímidos. Con cada vuelta, agradezco, pido permiso y pido perdón. Al terminar mi quinto y me alejo de la entrada para observar el lago. Volteó la vista hacia el sur y observo una pequeña isla separada de Amantaní. Recuerdo las historias de Abel y la identifico como el Occo Tunis. 
Abel Mamani: Yo, por ejemplo, siempre he visto cosas volando que no son aviones. No son helicópteros porque son movimientos extraños. Luces extraña. Lo he seguido una vez con un amigo. Era como un meteorito que estaba bajando. El cielo era la de colores verde verduzco era yo. Pensé que era un meteorito. Yo que sé. Entonces dije va a caer a la isla. Nos fuimos en la punta del cerro en la punta del cerro hay un [00:21:00] donde se puede ver la otra parte de la isla en ese lado de la isla. Una pequeña islita ojo túneles. Entonces eso iba directamente a esa isla y era como si hubiese acá un paño invisible. Yo que sé, pero simplemente pasa y no pasa nada acá. Nunca cayó al lago, nunca cayó al agua. Es como algo, no sé interdimensional bueno, no sé realmente qué es lo que pudo haber sido, pero sí, sí, sí, se puede ver muchas cosas, digamos, extrañas acá siempre en cuando ellos permitan que nosotros lo podamos ver.
Juan Diego: Cuando llega el atardecer ,Una de las personas que nos acompaña nos dice que es memento de regresar. Dado que cuando el sol cae en los espíritus, reclaman esta parte de la isla. No tenemos permiso para quedarnos aquí, otra de las personas que está ahí nos confirma que esto es muy cierto, puesto que una vez que permaneció más tiempo, el debido fue tenido, por lo que él quería como una mujer que se aferraba a él y no lo dejaba irse. Angélica me insta regresar rápido, con lo cual estoy de acuerdo y recorremos [00:22:00] la isla en la oscuridad hasta llegar á la casa de la familia maman en todo el camino. Me pregunto si quizás antes de irnos, veremos algo entre el velo de. Antes de dormir, me siento en la ventana de nuestra habitación y miro la vastedad de las estrellas por momentos.
Siento que la profundidad de la oscuridad me mira de regreso. Mientras estoy al alli, Natalia me escribió un mensaje de texto para decirme que algo está pasando en el lago. Agitadamente escudriño la penumbra desde la seguridad de la ventana y en unos instante, observo dos luces, una verde y otra blanca que se mueven sutil, pero claramente. En unos segundos, la luz verde hace un movimiento ascendente y se apaga. La blanca permanece allí. Parece flotar suavemente sobre el lago. Angélica se mete debajo de las cobijas y por más que intento que venga para ayudarme a confirmar lo que creo que estoy viendo, no hay forma de hacerla salir de su refugio. Con la voz ahogada por las colchas que la [00:23:00] cubren. Angélica me dice que está escuchando un fuerte zumbido en uno de sus oídos y me pide que por favor vaya a acostarme.
Me pregunto si esa luz es un juego de mi imaginación o una embarcación en la noche o si se tratara de algo más. Algo que no estoy listo para explorar. Pienso en salir la terraza de la casa para mirar más de cerca, pero algo me dice que es mejor irme a dormir.
Abel Mamani: Se hablaba mucho antes, por ejemplo, la gente a partir de las cinco y media seis, las tardes estaba en su casa, nadie y salía. Por qué? Porque ellos respetaban la hora de estos entes. Ya dice nosotros no molestamos su tiempo. Ellos no nos molesten de día. En sí todos los entes no necesariamente sean malos, no con nosotros.
Vemos y escuchamos que nos nos ha pegado, nos ha golpeado. Es porque de alguna otra manera, ellas también están defendiendo su territorio. Entonces el problema es el respeto entre todo estos seres con nosotros sin el respeto muto grande.[00:24:00] 
Juan Diego: Gracias por acompañarnos en este viaje a nuestros recuerdos. Nos escuchamos en otro episodio. Le hacemos un agradecimiento especial a Abel Mamaní Calcín por haber compartido su sabiduría con nosotros. Le hacemos también un agradecimiento especial a Ladoyska romero que nos ayudó profundamente para visitar la isla de Amantaní. Sin su ayuda, este episodio no hubiera sido posible. Este podcast es producido de manera independiente por Juan Diego Beltrán y Angelica Daza.
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