Transcripción:
Juan Diego: [00:00:00] La producción de este episodio fue posible gracias al apoyo de nuestros Patreons Anthony Ramos y Mónica Ciro Acosta. Gracias por permitirle a Pensamiento Espiral, seguir contando más historias.
Angélica: Estás escuchando…
Juan Diego: Pensamiento Espiral, La Danza del Cóndor y el Águila.
Desde que escuchamos la profecía por primera vez. El cóndor de los andes ha estado guiando nuestros caminos desde lo alto. Por esa razón, en enero de 2023, nos embarcamos en un viaje al Puracé Cauca para ir al encuentro de este majestuoso guardián. Antes de viajar, esperábamos encontrarnos con alguna semblanza del pasado glorioso en que el señor de los andes era venerado y respetado por su [00:01:00] ancestral papel en la cosmovisión andina como guardián del Hanan pacha o mundo de arriba. Sin embargo, al llegar al Cauca, nos encontramos con la desoladora realidad de que en las montañas, donde alguna vez esta especie reinó los cielos, sólo queda una pareja anciana de cóndores que, luego de 30 años de haber sido reintroducidas de San Diego, California. Todavía no han logrado reproducirse.
Visitamos la piedra del cóndor, un sitio sagrado para el pueblo Koconuco desde donde la guardia indígena de esta comunidad alimenta la pareja y sin apoyo del gobierno lucha a diario por cuidar y preservar a los últimos cóndores del Parque Nacional del Puracé. Cuando fuimos a visitarlos Guancayo y Guambía volaron sobre nosotros por un rato. Pero luego de que decidieran no bajar a comer y se fueran volando hacia las montañas aledañas. Una impactante tristeza se posó sobre nuestros corazones, con tan solo 6,700 individuos activos en toda Sudamérica. Su ausencia nos mostró [00:02:00] como luce un mundo dónde el cóndor andino está en peligro de extinción. Sin ellos, el cielo se sentía vacío.
La tierra se sentía carente de equilibrio, por esa razón lo que vas a escuchar a continuación es una historia producto de nuestra admiración por el cóndor y por el temor de vivir bajo cielos donde esta especie no surquen libremente; una historia para entender las formas en las que la actividad humana ha llevado a esta especie sagrada al borde de la extinción, una historia para recordarle al ser humano la importancia de que el cóndor siga cuidándonos desde las alturas.
Para contar esta historia, estaremos acompañados por María Alejandra Parrado Vargas bióloga enfocada en la conservación de especies amenazadas quien desde la Fundación Neotropical, se dedica a la investigación y preservación del cóndor andino en Colombia. Por otro lado, en este viaje también vendrán con nosotros Don Rosendo Quirá, médico tradicional del pueblo Koconuco y Don Noé Puliche Piso, miembro de la guardia indígena del [00:03:00] cabildo Koconuco y protector de los últimos dos cóndores de la región del Puracé. Sin más, escuchemos entonces la historia del último cóndor.
María Alejandra: Esta especie tiene unas características biológicas que lo hacen más vulnerable en comparación con otras, ¿En qué sentido? Ellos tienen muy bajas tasa reproductivas. Es decir, ellos solo pueden poner un huevo cada dos o tres años y ellos no pueden volar, sino hasta entre el año y el año y medio. Es decir, duran mucho tiempo en el nido y los papás tienden a alimentarlo frecuentemente hasta hasta el año, año y medio. Después de esto, ellos inician sus procesos de vuelo, son volantones, aprenden a volar, pero hasta los ocho años inician su proceso reproductivo. Entonces se demoran mucho muchos años para [00:04:00] poder empezar a generar nuevos individuos para la población. Entonces, por eso también el hecho que un cóndor muera por cualquier amenaza hace que pues perdamos muchísimo en términos biológicos, ecológicos en términos reproductivos.
Juan Diego: Sobre una peña desolada donde el viento rompe como las olas del mar una pareja de cóndores se sienta en silencio. Ninguno se atreve a moverse ni a emitir sonido alguno pues ambos temen que cualquier paso en falso haga que todo vuelva a salir mal. Después de tantos intentos fallidos que les llevaron a perder la cuenta, la pareja ha sido bendecida una última vez con la oportunidad de poner un huevo. Malku, cuyo rostro muestra el paso del tiempo y la desilusión intenta no mirar fijamente a su esposa mientras esta yace sobre el nido que hace algunos días dispusieron para tener un hijo al [00:05:00] mundo.
Illika por su lado, hace todo lo que pude para no pensar en los hijos que no llegaron a nacer. Intenta en cambio, cerrar los ojos para concentrar todas sus energías en llenar de amor y vida al huevo que está intentando poner. Aunque de diferente forma, los dos cóndores sienten el cansancio de los años ciñéndose sobre sus desgastados cuerpos, así como el peso insostenible de sus ancestros que ya desaparecidos de este mundo les ruegan continuar con su legado sobre la tierra. Las horas se van disolviendo una a una y para cuando el sol comienza a desaparecer del horizonte sin que el huevo haya sido puesto, Illika colapsa en llanto. Mallku se le acerca al fin, pone su rostro sobre ella y le dice con dulzura, todo va a estar bien. Los últimos cóndores de la tierra se abrazan en un solemne silencio. [00:06:00]
ROSENDO: Nosotros acá le decimos el mensajero del sol por la imponencia que él tiene. Él en momentos difíciles, él cuando llega, se llega una armonía grande aquí al territorio. Es por eso que nosotros le decimos el mensajero del sol.
Juan Diego:Pero cuando los últimos rayos del Taita Inti se posan sobre la peña y la esperanza parece haber desvanecido Illika siente que de sus entrañas se desliza un huevo. Éste cae con un golpe suave sobre el delicado nido y el inesperado sonido sacude a Malku. El viejo cóndor se llena de emoción y mira a Illika a los ojos con el más leal de los amores. Los cóndores, y con ellos todas las montañas de los andes sueltan un suspiro de alivio.[00:07:00]
María Alejandra: El cóndor andino es el ave voladora terrestre más grande del mundo. Con las alas extendidas puede medir hasta más de tres metros de punta a punta de sus alas. Puede pesar más de 10 kilos. Este es un animal muy grande, el generalmente no aletea, sino que él lo que hace es que se suspende en el aire como las cometas que uno ve. Y aprovecha las corrientes térmicas de aire. Entonces, claro, cuando él va volando, pero en realidad es planeando al general la resistencia del ala con el viento pues suena así como si fuera un helicóptero así a tu lado aquí alrededor. Y pues que tú lo veas tan grande que se pueda sostenerse sin siquiera aletear. Pues es increíble, ¿No? O sea, es como esa misma conexión que tiene [00:08:00] con las condiciones ambientales que hay en su territorio. Tienen una banda alar en la parte de atrás de sus alas. Eh, blanca que cuando ustedes los ven volar eso es lo característico, ¿No? Y es que cada vez que vuelan el destello del sol refleja contra las alas y eso es como una cortina divina de luz.
Juan Diego: Malku planea por los aires, siente las ondas de la brisa caliente que acaricia sus plumas y lo guía por senderos invisibles hechos de viento. El antiguo guardián del mundo celestial se eleva por los aires y siente la fuerza del sol llenar su cuerpo de vitalidad. Por un instante se olvida de la oscuridad que lentamente ha emergido para someter a la tierra y siente la antigua gloria de tiempos olvidados. Aquel vigor, sin embargo, se desvanece cuando recuerda el motivo de su vuelo, necesita encontrar comida para llevarle a Illika. [00:09:00] Malku planea por valles y montañas estériles y recuerda tiempos más sencillos. En esas mismas montañas, años atrás, Malku volaba con su padre para buscar alimento, en aquellos días lejanos la abundancia de la Madre Tierra les sonreía con generosidad, puesto que por mucho tiempo, sus hermanos pumas le dejaron carroña a los cóndores en un acuerdo sagrado para mantener el equilibrio entre el Kay pacha y el Hanan pacha. Los cóndores siempre agradecieron la generosidad de los pumas y de ese modo el equilibrio se preservó por un largo tiempo. Sin embargo, cuando nadie lo esperaba, el felino guardián del mundo terrenal comenzó a desaparecer. Los padres de malku fueron los primeros en sentir su ausencia, pero nunca entendieron bien. Qué fue de ellos, ¿Se fueron a buscar alimento en otros lados? O acaso fue un destino más pernicioso se hizo con ellos. Aquella pregunta no rondó sus [00:10:00] mentes por demasiado tiempo, puesto que tan pronto como sus aliados naturales escasearon y consigo el alimento, la familia de Malku no tardó en partir también de este mundo. El recuerdo de todo lo que él y la montaña han perdido estremece el corazón de Malku, aunque sabe que no encontrará ningún puma decide probar suerte, pues sabe que la alternativa es mucho peor. Con su mirada de telescopio escudriña uno a uno los lugares de su pasado sin encontrar en ellos un solo rostro familiar y alimento alguno. Con cada espacio que descarta su corazón se arruga más y más, pues sabe que a medida que sus posibilidades se agotan, se ve obligado a tomar una decisión que le atormenta. Mallku baja la cabeza con resignación y se suspende en el aire en silencio, antes de permitirse siquiera sentir miedo, enfoca su mente en la esperanza que le aguarda en casa. El cóndor suspiró y con decisión emprende rumbo montaña abajo. [00:11:00]
María Alejandra: Está también muy relacionado a la percepción que tenía la gente sobre la especie, pues es un animal muy grande que si tú lo ves al lado de una oveja, de una cabra, pues vas a sentir mucho miedo. Hay mitos, por ejemplo, que el cóndor se lleva a los niños en sus garras, que el cóndor se lleva a los cabros en sus garras. Eso es un mito, no puede, él no puede fisiológicamente, él no puede hacerlo. Sus patas son muy parecidas a las de una gallina, no tienen garras. Y en su dedito, el gordito que nosotros el el dedo prensil de las rapaces con el que agarran la presa, el cóndor no lo tiene. Ese ese se llama alux y ese dedo está atrofiado en los cóndores entonces eso nunca va a pasar.
Juan Diego: Con el sol anunciando su caída. Un niño que se revuelca bajo un montículo de hojas escucha la voz de su padre que furioso lo llama de regreso a casa. La voz del padre tensa al niño, quien en un instante, se pone de pie y corre angustiado hacia su casa.[00:12:00] El niño escucha un sonido desconocido que lo asusta y una gran sombra que se abalanza con agilidad sobre la tierra.
María Alejandra: Y obviamente está también muy relacionado a la percepción de los españoles en una época de la colonia, ¿No? Y es que ellos traen su ganado y ven a un animal tan grande, tan complejo. Entonces ustedes ven ilustraciones en algunos libros de los cóndores llevándose el ganado en las patas. Entonces, desde ahí empieza de formarse la visión de lo que es la especie ¿No? Y empieza a tenerme miedo. Porque pues en esa época el ganado se tenía de otra forma diferente en las comunidades indígenas lo tenían de una forma diferente, como lo trajeran los españoles. Bueno. Entonces empieza a de forma si empieza a incentivase también una interacción negativa y unas amenazas a la especie. Entonces no, no por nada de desde esa época hasta los 80s, pues cada se redujeron más y más y más. La persecución, la cacería, todo aumentó.
Juan Diego: El niño corre al interior de la casa para esconderse y se [00:13:00] asoma por la ventana para ver qué está pasando afuera. Su padre sale con decisión a encarar a la sombra que se yergue sobre el ganado y que intenta, sin éxito llevarse la cría de una cabra sin dudarlo. El hombre agarra una escopeta y la apunta hacia Malku quien antes de escuchar un ensordecedor cañonazo, alcanza a mirar al hombre a los ojos y percibir en ellos la decisión de quien, al igual que él, intenta proteger a su familia. Antes de caer al piso entre el ganado que corre aturdido Malku dedica su último pensamiento a su hijo. Con el corazón destrozado, el sol se esconde para no ver la caída final del guardián de los andes.
María Alejandra: Lo que nos muestran los resultados de las muertes y los rescates de individuos en Colombia y en Ecuador es que la mayoría de estos cóndores han sido envenenados o tienen evidencias de [00:14:00] perdigones. Son carroñeros obligados, lo que se llama, eso quiere decir que se alimentan de animales muertos. Ocasionalmente, oportunista se alimenta de animales enfermos, viejos o recién nacidos que son muy vulnerables. Entonces, es como nosotros ya no teníamos alimento general, el alimento que nosotros nos comemos se nos acabó, la la inflación es altísima, entonces, ¿Qué vamos a hacer? Vamos a buscar lo que esté a nuestro alcance. Ya no tenemos carroña natural. Entonces miremos, ¿Qué hay? Si yo voy volando y me encuentro una oveja que está, no sé, está donde está naciendo un cabrito, una oveja chiquita, yo bajo me como la placenta. Pero pues a mí me alimenta más lo que está al lado. Si yo no tengo mi oveja, mi cabra, mi vaca, estada con un buen manejo o está enferma pues el cóndor se la comerá ocasionalmente, no pasa siempre. [00:15:00] Pero además, estas ovejas que están extensivas se encuentran con otros animalitos como los perros o como por ejemplo, los pumas y cuando la comunidad llega y ve un ataque de perro, un ataque de puma, pues al que ve es al cóndor con las manos en la masa, sí, entonces se incentiva y se exacerba el conflicto o la interacción negativa. Entonces, si, si come a veces, muy esporádicamente animales vivos pero debido a condiciones muy específicas de lo que tengamos en el territorio. Si por ejemplo, yo tuviera una buena red de fauna silvestre y pumas alimentándose de la fauna silvestre, el cóndor se come lo que el puma deja. Pero si ya no tengo pumas, si ya no tengo dantas, si ya no tengo animales medianos, pues va a ser muy difícil conseguir mi comida. Y esto exacerba un poco estos comportamientos.[00:16:00]
Rosendo: Cuando tenía nueve años, más o menos, en un sueño primero, yo miré el cóndor que pasó cerca de la casa de nosotros, entonces, me trajo ese mensaje, usted tiene que seguir. Primero tiene que cuidar la parte de la naturaleza. Esto le hace servir a usted para curar mucha gente.
Los cóndores, ellos representan el poder. Nos ayuda a contactar con la naturaleza. El cóndor siempre está vigilando nuestro territorio, así mismo nosotros lo tenemos que hacer. [00:17:00] Tenemos que proteger nuestra comunidad, nuestro territorio y estar vigilando.
Juan Diego: Illika despierta agitada y siente un vacio en el pecho, entre la oscuridad intenta buscar a Malku para sentirlo, pero no lo encuentra. Ya han pasado algunas semanas desde la partida de su esposo, y aunque no hay señales de su anhelado, regreso Illika lo espera fielmente. Cada noche y a pesar de los sueños tormentosos que la quejan, la madre cóndor intenta mantenerse fuerte y no se permite pensar en la posibilidad de que algo le haya podido pasar a su esposo. Para Illika, quien por décadas recorrió la tierra felizmente junto a Malku el pensamiento de no volverlo a ver es quizás el mayor temor de su vida. Y aunque lleva tiempo intentando ser fuerte, esta noche serlo se siente más difícil que nunca. La madre cóndor comienza a temblar [00:18:00] incesantemente y justo cuando comienza a caer ante el miedo y la tristeza, un suave movimiento debajo de ella le recuerda que su misión aún no ha terminado. Con cuidado se acomoda para resguardar a su huevo y sentir el palpitar de la vida que todavía depende de ella. Aunque su estómago comienza a gruñir y siente un débil mareo rondar su cabeza, Illika toma aliento en una suave voz comienza a contarle a el huevito una historia sobre su padre.
Angélica: Ah, mi pequeño. No sé quién necesite mas escuchar esto. Si tú, yo o la Alpa Mama que tambien llora lo que nos está pasando. Lamento mucho los tiempos que nos está tocando vivir, pero debes saber que no todo siempre fué asi y que tu papá y yo hicimos todo lo posible por traerte a una tierra sana y en paz como la que nos vió nacer. Verás, en el pasado, nosotros [00:19:00] los cóndores vivíamos en abundancia y tranquilidad. Había mucha comida, aire limpio y el agua más cristalina y pura que te puedas imaginar. Siempre fuimos muy respetados en todos los andes porque desde el origen de los tiempos a los cóndores, se nos encargó una misión vital enseñarle al ser humano la forma de vivir en respeto con nuestra Madre Tierra. Este mensaje lo cargamos de generación en generación. Se lo transmitimos en sueños, en visiones e incluso, y cuando ellos tenían oídos para escucharnos, se los decíamos en palabras. Por eso hace muchos años, cuando tu padre todavía era joven y comenzó a sentir que el espíritu de los hombres se comenzaba a volver sordo ante la voz de la naturaleza decidió hacer algo para que lo escucharan.
Juan Diego: Un día,
Angélica: cuando volaba cerca del Volcán Pichincha
Juan Diego: Malku vio a lo [00:20:00] lejos a dos niños pequeños que jugaban a las afueras de un pueblo sabiendo que sus corazones todavía serían lo suficientemente puros como para escucharlo, decidió bajar hasta ellos. Los habitantes del pueblo escucharon el sonido de un látigo invisible cortando el viento. Pero cuando se voltearon para ver lo que había pasado, ya no encontraron a los niños. Uno de los líderes del pueblo exclamó que seguramente el cóndor que por ahí vivía se había robado a los niños para comérselos con la comunidad aterrada y enfurecida se declaró una expedición para subir hasta el Kuntur Wachana o nido del cóndor para rescatar a los niños y darle muerte al ladrón. Los habitantes del pueblo fueron preparados para una gran batalla. Pero cuando llegaron a la cumbre del pichincha, se encontraron con los niños que sonrientes bajaban con cuidado la montaña, el mismo hombre que originalmente declaró culpable a la gran ave, alcanzó a ver cómo Malku volaba ya lejos de ellos hacia otros rumbos. Los habitantes del pueblo en una mezcla de alivio [00:21:00] y confusión le preguntaron a los niños qué les había hecho el cóndor. Muy tranquilos ambos explicaron que el cóndor fue muy noble, cariñoso y sabio, puesto que se los llevó a un recorrido por los aires para mostrarles la bondad de la Madre Tierra. Sobrevoló junto a ellos ríos, bosques y montañas. Y desde las alturas, le dio a los niños un mensaje que pidió que compartieran a todo el pueblo y a sus futuros hijos. Esas son sus tierras, esa es su agua, esas son sus plantas, y esa es su riqueza que tienen que cuidar, proteger y honrar. No malgasten no dañen y no destruyan a la Allpa Mama y el agua que beben los cóndores y los humanos cuando baja por las cañadas, conozcan cada una de estas cosas
Angélica: y respeten todo lo que existe a su alrededor. Pues solo así podrán llegar al Sumak Kawsay. [00:22:00]
Juan Diego: Illika rie recordando las aventuras de su esposo, y se emociona al sentir que el huevo se mueve con mayor intensidad cuando la madre termina su relato, la madre condor siente que su hijo le pide otro cuento más.
Angélica: No te preocupes mi pequeño, qué historias como ésta tengo cientos y cuando regrese tu papá podrás escucharlas todas.
Noé: Se puede decir, de pronto pensar de que ellos en el día de mañana o algo les puede pasar algo y, y hasta ahí se acabó el cuento del cóndor aquí en Puracé, o sea por el tema de la alimentación, si no se les da, digamos el alimento que ellos requieren entonces hay posibilidades de que ellos emigren o como ellos también [00:23:00] son monógamos si alguno de ellos muere según los biólogos, uno de ellos va donde ellos duermen. Entonces, ahí se queda quietico y moriría de inanición. Ese sería un riesgo de no alimentarlo. Pues sí, de vez en cuando.
Juan Diego: Los días pasan y con cada día que muere, mueren también las esperanzas y fuerzas de Illika. Con su corazón marchito la madre condor yace débil en el nido y le entrega a su hijo el poco calor que le queda, la poca vida que le queda. Illika lleva más de un mes sin comer y el huevo todavía no ha nacido. La posibilidad que el frío incluso algún depredador puedan tomar la vida de su hijo la ha hecho permanecer a su lado sin desfallecer. Illika languidece y con su cuerpo convertido en un saco de plumas y hueso cada respiración es una lucha. La mamá cóndor negocia con la muerte y le promete a su [00:24:00] cuerpo que sólo falta una exhalación más antes de que el huevo comience a romperse. Cuando Illika siente que el huevo comienza a moverse con fuerza, se permite al fin soltar un último suspiro de descanso.
ROSENDO: Cuando él no está eso se siente un, un vacío, vacío se siente todo el territorio.
María Alejandra: Esta es una especie que es un indicador y que es importantísimo en términos culturales, porque nos genera una identidad. Cóndor andino no existe sino en lo andes. Pero además nos genera unos beneficios ecológicos importantísimos porque es que en las zonas más altas donde todavía no han llegado los chulos o las gulas, por ejemplo, pues es la única especie que que se alimenta de animales muertos. Y pues, cuando los animales muertos permanecen mucho tiempo en el [00:25:00] ecosistema, esto sobre todo en ecosistemas de alta montaña como los páramos, pues esto genera que hayan patógenos o que, o que hayan contaminantes, enfermedades qué nos van a afectar no solamente a las comunidades rurales, sino que ocasionalmente, pues el agua va a llegar a la ciudades, porque nosotros aprovechamos el agua de los páramos. Y pues cada vez que hay menos, pues tenemos menos este ser que nos está limpiándo, nos está arreglando casi que la vida a todos. Y es una especie que además tiene la capacidad de unirnos no solamente a las, a las comunidades que habitan con él.
Sino que adicionalmente nos permite nosotros que vivimos en las ciudades, darle una imagen a estas zonas que son casi inhóspitas porque es en Colombia, especialmente el cóndor está en las zonas más difíciles de acceder que están lejos de las ciudades. Entonces, acerca a la comunidad de la ciudad, también a una realidad y adicionalmente, lo que se ha encontrado en investigaciones es que esta especie evita.[00:26:00] Por ejemplo, anidar o conseguir sitios de refugio y de descanso que estén altamente intervenidos. Entonces, entre más intervenciones tengamos en un territorio, pues cada vez vamos a ver menos. Entonces, por eso digo que es un indicador. Ahora, si nosotros tenemos cóndores en zonas donde la expansión agropecuaria cada vez es mayor, vamos a tener más eventos de cóndores que ocasionalmente y esporádicamente se alimenten de ganado vivo. Entonces esto, pues nos va a generar una interacción negativa entre las comunidades humanas y los cóndores. Entonces, a eso también me refiero, no es cómo se encuentran los cóndores con ciertas condiciones que pueden afectarlo, pero también afectar la economía familiar. Entonces, cuando yo voy a hacer los análisis de percepciones, me doy cuenta que en estas zonas donde tenemos cóndores y tenemos altas interacciones negativas cuando yo voy a hablar con ellos, lo que me doy cuenta es que estas personas tienen condiciones de manejo del [00:27:00] ganado muy precarios. ¿En qué sentido? El ganado esta de manera extensiva, no tienen manejo veterinario, poco es lo que se sabe, por ejemplo, de cuánta hembras van a tener crías. Entonces también es un indicador de cómo estamos manejando nuestra economía. Y además, pues lo mismo, no, si tenemos más ganado, tendremos menos fauna silvestre. Entonces, al tener menos fauna silvestre, vamos a tener más animales que se comen el ganado. Por ejemplo, pumas, zorros, águilas entonces es un indicador. Sí, es una especie sombrilla. Es una especie que nos cobija, cobija a todos los del páramo.
En unas de esas pequeñas cosas que hicimos. Instalamos unas cámaras trampa para ver quién está llegando a las carroñas y logramos ver que animales que se están alimentando también de la carroña podemos encontrar tigrillos, zorros, águilas de páramo pumas, incluso perros que son [00:28:00] domésticos, que no tienen un buen manejo, pero hay muchas especies que están interactuando constantemente a través de la carroña y que definitivamente no sabemos cómo, pero también están interactuando con el cóndor, ya sea directa o indirectamente. Entonces, cualquier cambio que haya en el ambiente, pues también no lo va a estar indicando estas interacciones, no entre los cóndores, entre otros animales silvestres. Entonces definitivamente es una especie, que nos lo indica, cómo está todo en términos sociales, en términos ambientales, en términos ecológicos y de interacciones, y y menciono sociales también porque pues, donde están los cóndores es donde está la comunidad vulnerable, donde hay muy poca gente que tiene acceso a educación donde hay muy poca gente que tiene acceso a otras actividades económicas más allá del ganado. Entonces nos indica cómo estamos en todos los sentidos.
Juan Diego: Con la irremediable partida del último [00:29:00] mensajero de la interconexión que nos une. Los andes lloran en silencio. La madre tierra misma se deja llenar de dolor. El viento deja de soplar, el agua pierde su vitalidad y todas las montañas se vuelven mudas al reconocer que han perdido irreparablemente a su último mensajero. A la distancia una innombrable oscuridad celebra su decisiva victoria contra la vida misma. Desde las alturas inalcanzables del Hanan pacha, Malku e Illika acompañados de todos los ancestros que vinieron antes presencian con impotencia el solitario nacimiento del último condor.[00:30:00]
Juan Diego: En el año 2021, la Fundación Neotropical condujo el primer censo nacional de cóndores en Colombia. El ejercicio les permitió avistar tan sólo 63 cóndores de manera simultánea a lo largo de todo el país, constatando así la considerable disminución de la especie en nuestro territorio. Mientras los cóndores colombianos desaparecen irremediablemente y con ellos toda posibilidad de restaurar el equilibrio de nuestro planeta. Los gobiernos de turno ignoran su deber de proteger al ave que con hipocresía portan en sus escudos y emblemas. Pero aunque el panorama sea incierto, los ciudadanos todavía estamos a tiempo de actuar en defensa del cóndor andino. Si deseas apoyar el trabajo que realiza María Alejandra desde la Fundación Neotropical, te invitamos a visitar la descripción de este episodio donde podrás encontrar un enlace a una encuesta diseñada por la fundación para comprender mejor las diferentes percepciones que [00:31:00] existen sobre el cóndor andino en Colombia. De la misma forma, puedes contactar a la Fundación Neotropical a través de instagram en @fundneotropical para apoyar futuras campañas de recolección de fondos y otras actividades de educación ambiental para apoyar los esfuerzos de conservación de la pareja de cóndores reintroducidos en el Parque Nacional del Puracé, te invitamos a apoyar las iniciativas de ecoturismo lideradas por la guardia indígena del pueblo Koconuco. Así mismo, si este episodio te gustó te invitamos a compartirlo con otras personas. Tu difusión será vital para que el ser humano recuerde al fin la importancia de ayudar a preservar al mensajero del sol. Por último, decretamos que este mensaje tocará los corazones de quienes lo escuchen y nos permitirá un irnos para sí evitar que la historia del último cóndor se haga realidad.[00:32:00]
Angélica: Este podcast es producido de manera independiente por Juan Diego Beltrán y Angélica Daza. Si deseas contribuir a la construcción de esta comunidad, puedes volverte Patreon o donar en nuestra campaña de Vaki. A cambio de tu apoyo, recibirás una gran variedad de beneficios exclusivos. Puedes encontrar los links para sumarte al Ayllu Pensamiento Espiral en la descripción del episodio. Tu contribución será usada para continuar tejiendo el conocimiento y ampliando el alcance de la sabiduría ancestral.